Mg. Mónica Perazzo, LabTIC, UNIPE
Según Tony Bates, especialista en la aplicación de las tecnologías en la educación a distancia y miembro fundador de la British Open University, los cursos masivos, abiertos y en línea (MOOC) tienen un gran potencial desde la perspectiva de la educación y aprendizaje continuos ya que pueden responder a los desafíos de la información y de las competencias necesarias para vivir y participar plenamente en la sociedad actual. Sin embargo, considera que es necesario prestar especial atención a las características del contexto y de los grupos destinatarios ya que admite que no es lo mismo preparar un curso para un estudiante que recién egresa del nivel secundario, que hacerlo para un adulto que ya tiene uno o más títulos universitarios, que trabaja y que su interés está puesto en actualizar o ampliar su perfil profesional. Asimismo, Bates destaca que es fundamental que el diseño de los cursos y los modos de organizar y gestionar el aprendizaje “en línea” cumplan un papel decisivo para que el alumno sea el protagonista activo de la construcción y generación del conocimiento, lo cual significa que los MOOC deberían apartarse de diseños con información preseleccionada y empaquetada, sin contextualizar. Agrega que los diseños didácticos cerrados no ofrecen a los estudiantes oportunidades de fortalecer o desarrollar capacidades cognitivas de orden superior ni tampoco permiten que ellos evalúen, transfieran y comuniquen sus conocimientos. Desde esa perspectiva, hoy en la agenda de la educación a distancia asistimos a un interesante debate en torno a las virtudes y debilidades de los MOOC en donde se plantean algunos problemas como los de la evaluación de los aprendizajes y el grado de interacción entre estudiantes y profesores que se promueve y se desarrolla en cada curso. Desde una mirada pedagógica crítica sabemos que las evaluaciones del aprendizaje no pueden restringirse a sistemas estructurados y cerrados que se reducen a instrumentos como los de selección múltiple, verdadero-falso, completamiento y ordenamiento de frases, que resultan eficientes para evaluar a gran cantidad de estudiantes y fiables para la corrección automática, pero que no permiten la expresión personal y genuina de las capacidades y competencias logradas. En el campo de las Ciencias Sociales y Humanidades, esas limitaciones resultan más evidentes ya que los aprendizajes a evaluar, en correlación con los objetivos propuestos, deberían implicar el desarrollo de capacidades cognitivas de orden superior como análisis y resolución de problemas y casos, interpretación y transferencia de conceptos y teorías, elaboración y representación de ideas, argumentos y proyectos, entre otros, y por ende, exigen otro tipo de instrumentos y técnicas evaluativas. Es importante destacar que existe un grupo denominado HumanReaders.org formado por profesionales de la educación que hacen un llamamiento a instituciones y docentes universitarios para que dejen de aplicar “herramientas automáticas de corrección de resúmenes o exámenes escritos en pruebas importantes o fundamentales para la graduación de los alumnos. Su argumento principal es que las computadoras no saben leer, no pueden medir los elementos esenciales de la comunicación escrita: la precisión, el razonamiento, la adecuación de las pruebas expuestas, el buen sentido, la postura ética, si el argumento es convincente, la organización significativa, la claridad y veracidad, entre otros” (Human Readers, 2013). Surge entonces una pregunta clave: ¿Es posible mantener la masividad de los cursos a distancia como los MOOC y, al mismo tiempo, mejorar las formas de evaluar los aprendizajes? Al respecto, Sánchez y Escribano (2013) señalan que si bien no todos los MOOC son iguales, éstos deberían incluir al menos los siguientes recursos y elementos:
a) Video lecturas: en directo, en diferido, de una hora o de cinco minutos, en texto o en video. Se trata de una clase que puede ser interactiva o no, ya que no importa si el curso se sustenta en el enfoque pedagógico de los cMOOC o de los xMOOC. En tal sentido, Stephen Downes categoriza los MOOC en dos tipos: cMOOC, abiertos y participativos, se orientan al aprendizaje basado en comunidades de estudiantes y profesores y han sido promovidos por Alec Couros, George Siemens, Stephen Downes y Dave Cormier. El otro tipo son los xMOOC, basados exclusivamente en los contenidos, sin interacciones entre los estudiantes y por ello, más alejados del método conectivista.
b) Tareas: Los estudiantes deberían recibir de un modo periódico actividades y tareas a través de recursos en línea u otras plataformas como pizarras online. Este punto está más enfocado a los xMOOC y a un modelo educativo de orden conductista.
c) Grupos de estudio: Algunos cursos como los cMOOC confían más en la interacción social como base del aprendizaje y en la creación de redes entre pares (peer-to-peer) que en las lecciones dirigidas por un profesor. Normalmente, estos formatos requieren que los estudiantes se comuniquen y discutan las cuestiones de clase a través de algún software de gestión del aprendizaje o de las redes sociales.
d) Exámenes: Algunos MOOC requieren de exámenes supervisados para sus certificados, otros, sin embargo, se basan en pruebas tipo test y tareas evaluables por otros compañeros (evaluación entre pares).
La experiencia marca que hoy se ensayan distintos sistemas de evaluaciones de los aprendizajes a distancia: aquellos que utilizan instrumentos cerrados con corrección automática (test de opción múltiple, encuestas y cuestionarios, evaluación automática de conjuntos de problemas, comparación de gráficos e imágenes), otros que incorporan herramientas de interacción social (portafolio, wiki colaborativa, foros de discusión, redes sociales), y otros basados en la autoridad académica (seminarios, talleres, exámenes prácticos, entrevistas, debates), siendo posible una combinación de esos formatos e instrumentos. En esa línea, resulta interesante consultar un estudio que da cuenta de los resultados obtenidos en diferentes MOOC que han incorporado algunos de esos tipos de evaluación en línea, en donde una de sus conclusiones señala: “Es posible que un alumno prefiera herramientas basadas únicamente en automatismos y que otro se sienta más cómodo en un curso basado en instrumentos de evaluación de interacción social. Una clasificación de este tipo podría hacer descender la tasa de abandono de algunos MOOC, si la información es proporcionada de antemano a la hora de seleccionar el curso (…) Además, sería conveniente incluir -y mucho más en los sistemas de evaluación para los MOOC o cualquiera de los sistemas de aprendizaje online actuales- una retroalimentación constructivista que focalice los logros de los estudiantes y ayude a superar sus fracasos” (Sánchez y Escribano, 2014:19). Si bien los cursos abiertos, masivos y virtuales que hoy ofrecen las universidades en el mundo constituyen un aporte y una oportunidad para lograr la educación permanente y la democratización del conocimiento, entendemos que es necesario repensar sobre el sentido filosófico, los alcances educativos y los ejes didácticos y tecnológicos ineludibles de este tipo de iniciativas. Referencias:
Bates, T. (2014) ¿Por qué los MOOCs son sólo parte de la solución para la educación superior? Disponible en (fecha de consulta: 30/08/15): http://www.tonybates.ca/2014/11/21/why-moocs-are-only-part-of-the-answer-for-higher-education/ Downes, S. (2012). Connectivism and connective knowledge. Essays on meaning and learning networks, 493-557. Disponible en (fecha de consulta: 15/08/15): http://www.downes.ca/files/books/Connective_Knowledge-19May2012.pdf Human Readers. (2013). Retrieved November 6, 2013. Disponible en (fecha de consulta: 12/08/15): http://humanreaders.org/petition/index.php Sánchez, E. y Escribano, J. (2013). Posibles mejoras en las plataformas MOOC para superar el “abismo de incertidumbre”: Diseño web adaptativo y E -evaluación. SCOPEO Informe N° 2. MOOC: Estado de La Situación Actual, Posibilidades, Retos y Futuro, (2), 220–237. Disponible en (fecha de consulta: 11/08/15): http://scopeo.usal.es/wp-content/uploads/2013/06/scopeoi002.pdf Sánchez, E. y Escribano, J. (2014). Medios de evaluación en los MOOC. EDUTEC, Revista Electrónica de Tecnología Educativa, 48. Disponible en (fecha de consulta: 12/08/15): http://edutec.rediris.es/Revelec2/Revelec48/n48_Sanchez_Escribano.html