En el año 1976, hace 48 años, se quebraba una vez más en la historia contemporánea argentina el ordenamiento constitucional a través de un Golpe de Estado ejecutado por las Fuerzas Armadas, con el auxilio de las Fuerzas de Seguridad nacionales y provinciales y la abierta complicidad y promoción del accionar sedicioso por parte de poderosos grupos económicos y de medios hegemónicos de comunicación respaldados por potencias imperiales.

El pueblo argentino pudo advertir que no se trataba de un Golpe de Estado recurrente, el mismo se proponía destruir las bases institucionales de un Estado con sentido social e imponer el modelo neoliberal a espaldas del pueblo y en beneficio de los sectores del privilegio.

El instrumento de este siniestro plan político económico fue poner en marcha la Doctrina de la Seguridad Nacional aplicada en todo el territorio nacional a través del Terrorismo de Estado.

La metodología basada en el terror en la sociedad se expresaba en transformar a los organismos del Estado en órganos de la clandestinidad destruyendo el sistema jurídico de garantías.

El resultado de esta concepción fueron 30.000 desaparecidas y desaparecidos, más de 10.000 presos políticos y presas políticas sobrevivientes de la tortura, más de 400 niños apropiados y niñas apropiadas, la intervención de los sindicatos, la prohibición de los partidos políticos, las Universidades Nacionales despojadas de su autonomía y la comunidad universitaria en gran medida amenazada, desplazada de sus posiciones académicas o recurriendo al exilio para salvar sus vidas.

En el interior de ese terror, nació la resistencia, que en sus múltiples expresiones quedan representadas en las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo.

Exigiendo la aparición con vida de los desaparecidos y desaparecidas, la libertad de los presos políticos y presas políticas, denunciando internacionalmente las violaciones de derechos humanos, el pueblo y – particularmente - los trabajadores y las trabajadoras fueron ganando las calles y arrinconando a la dictadura.

Hoy más que nunca es preciso reafirmar el camino construido venciendo a la impunidad y oponiendo con firmeza las políticas negacionistas y reivindicativas de la dictadura por parte de sectores, que con el apoyo de grupos de poder pretenden generar confusión, particularmente en las jóvenes generaciones.

Este 24 de marzo tiene el profundo significado de unir el Día Nacional de la Memoria, por la Verdad y la Justicia a la exigencia popular de defender el Estado de Derecho y el patrimonio nacional.

Por todo ello, la comunidad de la Universidad Pedagógica Nacional reafirma este 24 de marzo, a 40 años de democracia:

Cuando el pueblo argentino dice NUNCA MÁS, ES NUNCA MÁS.

Comunidad UNIPE

22 de marzo de 2024