UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL

Emilio Tenti: "La política debe decidir qué alianzas hará para mejorar la educación de las mayorías"

El sociólogo e investigador destacó que para que haya aprendizaje es necesario poner todos los recursos necesarios para "garantizar las necesidades sociales básicas de los niños y sus familias".

 

Afrontar el desafío de garantizar el derecho a la educación en sociedades cada vez más desiguales deberá ser el principal foco del sistema educativo en el nuevo ciclo lectivo que inicia, aseguró el sociólogo e investigador Emilio Tenti Fanfani, quién consideró "impostergable" crear las alianzas necesarias "para mejorar la educación pública de las grandes mayorías".

Profesor e investigador en la Universidad Pedagógica Nacional (UNIPE) y titular de Sociología de la Educación en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, Tenti Fanfani destacó en una entrevista con Télam que para que haya aprendizaje es necesario poner todos los recursos necesarios para "garantizar las necesidades sociales básicas de los niños y sus familias".

-Télam: Sostiene que hay, en el mundo, una creciente desigualdad y exclusión social. ¿Cuál es el rol de la educación en este contexto?
Emilio Tenti Fanfani: Yo creo que la institución escolar tiene una responsabilidad específica en el desarrollo -ojalá que igualitario- de determinados conocimientos poderosos entre las nuevas generaciones, entendiendo que actualmente los conocimientos complejos son un capital, una riqueza que contribuye a determinar la posición que los chicos y las chicas van a ocupar en la sociedad del futuro. La escuela es la única institución que puede desarrollar en forma más o menos igualitaria este precioso capital en las nuevas generaciones, esa es su tarea específica.

T: En ese marco, ¿tiene la escuela la capacidad necesaria para promover el ascenso social de quienes concurren a ella?
E.T.F: La escuela contribuye al ascenso social siempre y cuando se den otras condiciones, es decir, sola no puede. Sin la escuela no se pueden desarrollar conocimientos poderosos en los chicos, pero ésta requiere a su vez que otras condiciones sociales estén dadas para que la escuela sea efectiva. Para que haya aprendizaje es necesario que los niños y sus familias tengan resueltas la alimentación, la contención afectiva, la salud, un medio ambiente sano, la vivienda digna. El conocimiento no tiene la capacidad de determinar trayectorias sociales ascendentes, es necesario también que los chicos desarrollen capital social y que el mercado de trabajo tenga la capacidad de absorber.

T: La escuela, especialmente la pública, es una de las instituciones más arduamente cuestionada y, en las vísperas de un nuevo ciclo lectivo, los debates en torno a la misma se intensifican aún más. ¿Qué conclusión extrae de la conversación actual sobre el sistema educativo?
E.T.F: A mí realmente lo que me preocupa hoy es saber quiénes están interesados realmente por la igualdad en esta sociedad, a qué actor colectivo le interesa mejorar la educación pública, a la que mayormente van los sectores medios y bajos. ¿Le interesa la educación a las clases altas que son quienes toman las decisiones en la sociedad? No alcanza con los docentes y sus sindicatos, con los sectores populares, los estudiantes y los intelectuales progresistas para reunir la fuerza necesaria para determinar políticas o asignaciones presupuestarias. Esta pregunta es impostergable en el campo de la política al momento de decidir qué tipos de alianzas hay que establecer en la Argentina para mejorar la educación pública donde van las grandes mayorías.

T: ¿Cuál es la principal exigencia hacia el sistema educativo tras dos ciclos lectivos en pandemia?
E.T.F: Hay que pedir a la escuela aquellas cosas que sólo la escuela puede hacer, esto es garantizar la apropiación de los conocimientos poderosos. Hay un montón de instituciones que pueden desarrollar valores, actitudes o relaciones sociales como lo hace la escuela, pero no así los contenidos poderosos. Por eso hay que pedir a la escuela que garantice aquellas cosas que son fundamentales para la felicidad de los chicos y la trayectoria futura y que solamente la escuela lo puede hacer. El sistema educativo y los chicos pueden disimular que han desarrollado y adquirido conocimientos, podemos hacer que los chicos avancen en el sistema escolar sin que hayan desarrollado conocimientos efectivamente. Por eso es importante que la familia tenga conciencia de esto y demande que aprendan estos saberes fundamentales.

T: ¿Cree que la educación a distancia revalorizó el rol de cada uno de los actores de la comunidad educativa?
E.T.F: Totalmente. El conocimiento no es algo que se "distribuye", como suele pensarse, sino que es el resultado de un equipo de coproducción donde intervienen los docentes, las familias y los chicos. En el aprendizaje es igual de importante lo que pone el maestro como lo que ponen los aprendices y sus familias.
La demanda de las familias tiene que pasar por elevar la calidad de la demanda de educación, concentrándola en la cuestión del conocimiento. Que los padres se preocupen por que los chicos aprendan a leer y a escribir, a calcular, a hablar otro idioma, que los acompañen en el proceso de aprendizaje, este debería ser el objetivo fundamental.

T: Señala que hay una distancia intergeneracional cada vez más notoria, ¿cómo impacta esto en la educación?
E.T.F: Siempre hubo diferencia entre jóvenes y "los viejos", pero hoy en día se acentuó la distancia generacional. Quienes éramos chicos hace 50 años atrás, nuestros consumos culturales eran más próximos que los de nuestros padres. Los chicos ahora tienen preferencias y gustos de los cuales los padres no tienen ni idea.
De hecho, hace 50 años no existía la adolescencia como categoría social, es una categoría social relativamente reciente. Por eso tenemos más desafíos en la secundaria que en la primaria. A veces las viejas generaciones no sabemos qué hacer con las nuevas generaciones. Como la escuela es un encuentro entre generaciones, esta distancia a veces dificulta la comunicación y el diálogo necesario para la colaboración entre ellos.

T: ¿Y cómo se podría reducir esta brecha generacional en el ámbito escolar?
E.T.F: Esa distancia intergeneracional se puede achicar introduciendo en la formación docente el conocimiento de las nuevas generaciones no sólo desde el tradicional punto de vista de la psicología sino también de la posición social y de la subjetividad. El docente debe ser un experto en niños y adolescentes, debe conocer sus consumos culturales, sus pasiones , sentimientos y emociones, sus fantasías, proyectos, problemas e intereses. Este conocimiento será útil tanto para construir su autoridad como para decidir cuál es la estrategia pedagógica más adecuada para garantizar la eficacia de su trabajo como docente.

Fuente: https://www.telam.com.ar/notas/202202/584653-emilio-tenti-educacion-uba.html