UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL

A 16 años de la ESI, segundo encuentro formativo de la UNIPE

En octubre de 2006 fue sancionad en Argentina la Ley 26150 para garantizar el derecho a recibir Educación Sexual Integral (ESI) en todos los establecimientos educativos del país, de gestión estatal y privada, en todos los niveles y modalidades.

Por eso, el segundo encuentro de una propuesta formativa que realiza la Universidad Pedagógica Nacional (UNIPE) y el Ministerio de Educación de la provincia de La Pampa, se enfocó en ese tema bajo el título “El devenir de la ESI: Balances y nuevos temas de agenda”.

El ciclo “El abordaje de la Educación Sexual Integral desde la perspectiva Institucional”, se orienta puntualmente a estas cuestiones. Y en la ocasión, la invitada fue Eleonor Faur, Socióloga por la Universidad de Buenos Aires, Doctora en Ciencias Sociales por FLACSO, investigadora en relaciones de género, familia y políticas públicas, y autora de numerosos libros y artículos.

Su disertación se desarrolló a modo de entrevista, con Denise Fridman, Coordinadora de los Programas de Género y Diversidad Sexual de la UNIPE, quien formuló una serie de interrogantes que sirvieron de disparadores. ¿Cuáles eran las condiciones socio políticas de aquel momento, que permitieron la sanción de la ley?”, fue la primer pregunta.

Para contextualizar, Faur respondió: “en 2006 veníamos de una gran crisis sociopolítica y económica, con un gobierno -el de Néstor Kirchner- enfocado en la ampliación de derechos en varios campos”. Dos años antes la Ciudad de Buenos Aires intentó una iniciativa similar, que no pudo concretarse por la fuerte oposición de la Iglesia Católica.

Luego se inició un proceso de construcción política para generar consenso, a través de diversas instancias de diálogo y negociaciones. Se sentaron a la mesa los distintos actores de la sociedad, a fin de trabajar en conjunto para llegar a un acuerdo y sancionar la ley; y el ministro de Educación de la Nación, Daniel Filmus, aprovechó ese impulso con el objetivo de llegar a todo el territorio nacional. “Fue un trabajo muy arduo en el que primó la voluntad política. Y hubo negociaciones que son fáciles de detectar en el texto final”, explicó la socióloga.

Para Elonor Faur lo más importante de la ley es “que en su primer artículo garantizaba el derecho a la ESI para todos los niños y niñas estudiantes, desde el nivel inicial hasta el terciario. Lo fundamental era establecer y proteger un derecho”.

Los aportes de una ley fundamental

Durante la conferencia, se profundizó en los aportes que hizo la ley. Por un lado, generó una obligación para el estado, y una responsabilidad para escuelas, docentes e instituciones. Y en cumplimiento del derecho que creaba, determinaba los mecanismos para hacerlo real. “La ley que crea la ESI establece una política clara, institucionalizándola en el ministerio de Educación, y modifica la burocracia estatal. Además, en términos de contenidos era muy novedoso pensar que la educación sexual debía comenzar en el nivel inicial, porque es más difícil hablar esos temas en la primera infancia”, explicó Faur.

Por otra parte, se jerarquizó el rol de los y las docentes, detallando los mecanismos para impartir ESI en las escuelas, y darle continuidad a la iniciativa; ya que anteriormente a veces solo se hacían talleres aislados. La investigadora señaló: “estos mecanismos requieren un compromiso, sostenido en el tiempo. Nadie tiene mejor acceso a las vivencias y experiencias de les pibes que quienes están todos los días con elles. Por eso, es fundamental el papel del cuerpo docente”.

¿Cómo podemos repensar desde el rol docente los carteles vistos en las calles en su momento, que decían “Con más ESI, no hay Ni una menos”?, preguntó Denise Fridman. Y Eleonor Faur respondió: “la ESI también contribuye a prevenir violencias, no es lineal o causal porque siempre hay mediaciones; pero tiene incidencia para modificar o reflexionar sobre cuestiones de género. Para despegarnos de normas sociales en relación al sometimiento femenino, estereotipos masculinos, y relaciones jerárquicas de poder que siguen existiendo”.

Asimismo, es importante el modo en que los chicos y chicas transmiten en sus hogares mensajes que les llegan desde la escuela, muchas veces haciendo tomar conciencia a sus madres que son víctimas de violencia: “se genera una caja de resonancia que va más allá de lo que pasa en el aula. Es bueno pensar las distintas capas que existen entre la ESI y Ni una menos”, agregó.

Nuevos temas para incorporar al marco jurídico

Desde 2006, se fue ampliando el marco jurídico que amplia derechos para mujeres y diversidades sexo-genéricas: desde el matrimonio igualitario, a la identidad de género, entre otras leyes aprobadas. Y siguen apareciendo más temas en la agenda, como las nuevas masculinidades o los eco-feminismos. Todo se puede pensar desde la perspectiva de la ESI.

Como expresó la socióloga, “surgen constantemente nuevas cuestiones, como sucedió con la Ley de interrupción voluntaria del embarazo. Ampliar derechos es un horizonte al que nunca se llega, siempre hay algo más para hacer. En ese tipo de contenidos es posible hacer grandes aportes. Compartiendo información, estadísticas científicas, y con debates en distintos ámbitos, como el parlamento”. Y añadió: “impulsar la ESI no es bajar línea, es ayudar a reflexionar, poner a circular temas, escuchar lo que preocupa a les jóvenes y dar respuestas”.