UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL

Hernán

Hernán

Con un 2020 signado por la escuela virtual, la investigadora explica qué quedará de esta experiencia en el futuro. Las nuevas tecnologías, las aulas, lo que implica la presencialidad, el nuevo papel de madres y padres.

Por Sonia Santoro

Imagen: Verónica Bellomo

Con la pandemia, la escuela pasó abruptamente a la virtualidad. Más allá de cómo funcionó, hoy está claro que será difícil volver a la escuela anterior a la covid-19. Cuál será el uso de la tecnología en el aula de ahora en adelante, cómo se dará el proceso de incorporación en las escuelas, son cuestionamientos que muestran el momento de bisagra que atraviesa la educación en Argentina. “La tecnología puede mediar en el aprendizaje, puede potenciarlo y lo puede acompañar. Pero no puede ser el único escenario para aprender. Los adultos estamos aprendiendo que necesitamos volver al lápiz y al garabato y no quedarnos solo en lo que nos aparece en la pantalla. La creatividad tiene que ver con la motricidad”, dice Betina Duarte, desde la Universidad Pedagógica Nacional (UNIPE), experta que viene pensando en este momento único en la historia en que las tecnologías para el aprender dieron un salto cualitativo.

Con la pandemia, dice, también se hizo visible para madres y padres esa “caja negra” que era el aula. Al mismo tiempo, para quienes inciaron ciclos lectivos este año, el estrés fue mayor: “Sin tener a treinta centímetros a ningún par, les resulta una experiencia imposible de desarrollar. Ya no hablo de lo educativo sino de la dificultad de lo social. En estudiantes del último año de secundario, el fenómeno que se está viendo es que prefieren repetir, porque les quitaron el último año”.

Betina Duarte es directora del Departamento de Ciencia y Tecnología de UNIPE. Licenciada en Matemática (UBA) y Doctora en Educación (UDESA), es además profesora de Didáctica de la Matemática e investiga sobre temas de enseñanza de la matemática en el nivel secundario. En esta entrevista reflexiona sobre estos interrogantes que la pandemia expuso con mayor crudeza.

--¿Cómo fue su camino de la Matemática a la Educación? ¿Siempre le importó la enseñanza?

--Yo como matemática egreso en el año 1992 y tengo todo un primer recorrido haciendo investigación en Matemáticas y también en Economía Matemática. Lo que pasa con un matemático es que siempre da clase. A diferencia de otras profesiones, el matemático que hace investigación siempre acompaña la investigación con clases y a mí tanto la manera en como yo enseñaba o como los estudiantes aprendían era una de las cosas que me generaba más interés, más que alguna de las cuestiones que yo estudiaba o acompañaba. Para mí la actividad de enseñanza era placentera, era interesante. En algún momento decidí dejar la investigación en Matemáticas, no me resultaba atractiva como actividad.

--Dice “a mí me resultaba placentero”, ¿no es lo habitual que a un matemático le guste dar clases?

--Hay gente muy diversa. Yo he tenido en Exactas docentes de Matemática muy abocados a la actividad de la enseñanza y otros que mientras enseñaban, refunfuñaban. Lo que hay menos es la pregunta de qué pasa con el aprendizaje del otro lado. Hay menos preguntas didácticas de por qué un recorrido o por qué otro. Como que esas preguntas habitan menos en quienes enseñan Matemáticas.

--Con la pandemia la tecnología se instaló abruptamente en la educación, todo el mundo salió a tratar de resolver con lo que tenía, y se vieron muchos vacíos... ¿Cómo lo ve usted?

--De acuerdo con eso, pintaría el panorama con algunos colores. Podríamos decir que antes de la pandemia había proyectos aislados, coqueteos con la tecnología, usos tal vez más profesionales alojados en determinadas escuelas para determinado público y para determinadas formaciones de estudiantes. Había proyectos de uso de la tecnología que no eran imprescindibles y entonces quedaba relegado el interés a ciertas instituciones o ciertos docentes. La adhesión al uso de la tecnología era entonces dispar, de distinta intensidad y de distinto alcance en términos de público. Cuando llega este fenómeno irreversible, había que darle batalla y la solución que propuso el ministerio nacional, como también se dispuso en otros países, fue continuar adelante de algún modo. Entonces la solución fue recurrir a cualquier recurso tecnológico, que fueron de distintos tipos para poder seguir adelante con el proyecto educativo. Así hay docentes que con sus celulares filmaban una clase que escribían desde el vidrio una ventana o que se compraron una pizarra blanca pequeña y la colgaron en alguna pared o que pintaron alguna pared del cuarto de color verde pizarra para poder escribir. Por supuesto que se acentuó la desigualdad. Ya la veíamos venir, no fue una novedad para nadie. Esa llegada de la tecnología fue más un “veamos qué hacemos” y en ese escenario es donde yo digo que la estrategia, no sé si ganadora, pero sí la estrategia de más productividad, era la de aceptar que estábamos viviendo una situación extraordinaria y que la podíamos usar como un laboratorio, como un punto de estudio en la medida que esto fuera posible. Porque los docentes también se vieron completamente sobrepasados por lo que tenían que hacer, pero también en la medida en que pudiéramos, era bueno guardar este momento como un momento para hacerse preguntas, que esas preguntas comandaran ensayos y que esos ensayos comandaran ciertos avances.

--Surgen muchas preguntas acerca de si esta educación está funcionando, si los chicos y chicas están aprendiendo. Incluso mucha gente habla de que perdieron la escuela y los docentes se quejan porque estuvieron trabajando más que en toda su vida. Entonces, ¿se puede aprender con la tecnología?

--Lo primero que puedo decir es que es necesario plantearse esa pregunta porque a la presencialidad, como un fenómeno cercano, no la tenemos. Nuestros jóvenes no pueden quedar en una laguna y sin proyectos. Por supuesto que en el medio tenemos un problema muy severo en que los estudiantes no tienen forma de acceder a internet en una enorme cantidad de casos, ni tampoco forma de acceder a computadoras. Ahí ya tenemos dos grandes problemas. Muchos tampoco disponen de vehículo ni de autopista. Algunos tienen vehículo, pero tienen una ruta que está llena de baches y otros tienen autopistas y no tienen vehículos. La orfandad es grande. Pero, de todas maneras, la pregunta por el aprendizaje a través de la tecnología o con tecnología, es una pregunta que debemos hacernos, porque van a llegar las computadoras y va a llegar la conectividad y esta pregunta tiene que estar avanzada. Y en este poco tiempo que transcurrió y entre todas las experiencias que ocurren, nosotros creemos que la tecnología puede mediar en el aprendizaje, puede potenciarlo y lo puede acompañar. Lo único que no puede es ser lo único. La tecnología no puede ser el único escenario para aprender. Los adultos estamos aprendiendo que necesitamos volver al lápiz y al garabato y no quedarnos solo en lo que nos aparece en la pantalla. La creatividad tiene que ver con la motricidad. A los niños les pasa lo mismo en relación a eso y a sus posibilidades de ir al lápiz y sobre todo en relación al contacto humano. Estamos cada vez más convencidos de que los estudiantes necesitan estar en contacto persona a persona, con pares y con adultos para poder aprender. Entonces, no imaginamos a la tecnología como un gran y único escenario en la educación. Sí lo imaginamos como un potenciador, una herramienta más. Todo este momento nos va ayudar a asentar algunas convicciones de cómo usarla, hasta dónde, en qué momento, etc.

--¿Recuerda si en la historia hubo otro momento de estas características en relación a cómo aprendemos o cómo se enseña?

--Lo que se me viene como una figura familiar es la llegada de internet. La llegada de internet comenzó a cuestionar la escuela cerrada de puertas adentro y ofreció algunos quiebres. En el área de las matemáticas, la tecnología y el internet comenzaron a ayudar a cuestionarnos por qué la Matemática que se enseña tiene tan en primer plano el lugar del cálculo. Podemos ubicar internet a mediados de los 90 como fenómeno. Han pasado más de 20 años y que la Matemática sea considerada como sinónimo de cálculos sigue ocurriendo a pesar de todas las reformas curriculares y todos los núcleos de aprendizaje prioritarios. Quiero decir que de arriba hacia abajo existe un fenómeno de propuestas de cambio, propuestas de concepciones nuevas de enseñanza, de cambio de currículum. En Buenos Aires tenemos la NES (la nueva escuela secundaria) y cuando uno mira el diseño curricular ve que hay una intención de que haya cambios en el área de matemáticas. Lo que ocurre en las aulas sigue teniendo una demora en el tiempo. El fenómeno de la pandemia, una de las pequeñas líneas de consecuencia que tiene es el fenómeno de la visibilización de lo que ocurre en las aulas. Porque se hacen las clases --si es que los chicos se levantan, si hay internet-- y los papás ven lo que ocurre con sus hijos en las clases o al menos tienen alguna chance de verlo. Se hace más visible esa caja negra que solía ser lo que pasaba en el aula.

--Las escuelas hasta hace poco no sabían qué hacer con los celulares y los ponían en cajitas antes de entrar al aula, ¿cómo dan ahora ese salto? Es un cambio que nos cuesta mucho a los adultos y no sé qué le pasará a los chicos con esto también.

--Estábamos entrenando para correr cien metros y vino la carrera de los cinco kilómetros. Hay fenómenos de cansancio y de estrés en los niños de nivel primario, de menos de doce años, que han estado este tiempo trabajando con conectividad, con computadoras, con padres que acompañan. Ahí está la cajita de cristal, y lo que nos está llegando es que los chicos tienen un agotamiento por el uso de este recurso a toda hora.

--Antes dijo que la tecnología no puede ser el único recurso, ¿piensa en una forma mixta, con clases presenciales y por internet?

--Tengo la presunción de que va a existir un fenómeno mixto y que estas experiencias obligadas que tuvimos que llevar adelante estos meses todos juntos, en sintonía y todo el sistema educativo, nos van a servir. No se trata sólo de un proyecto en un lugar, sino que aconteció en masa y podemos compartir experiencias y podemos vivir al mismo tiempo el problema y las posibles soluciones. Creo que es muy probable que vayamos hacia un fenómeno de proyecto educativo mixto en el que comiencen a considerarse algunas alternativas a través de más tecnología que la que existía antes, y de menos presencialidad en las escuelas. Pero para que esto pueda ir hacia adelante, vamos a necesitar asegurar que la tecnología y la conectividad estén al alcance de todos porque si no lo que vamos a hacer es generar más brecha y mayor diferenciación entre los distintos chicos y chicas.

--Tengo un hijo en primer año y escuela nueva. No sabe lo que daría porque fuera, aunque sea una vez por semana, a la escuela. Tanto para los chicos como para las madres, que en general somos las que sostenemos, es muy difícil.

--Todos los chicos que están en una situación de iniciar un ciclo lectivo han tenido el doble de estrés que cualquier otro estudiante. Los chicos que están iniciando algún tipo de cambio, están muy perdidos. Están perdidos los padres, y están perdidos los chicos. Ya no hablamos de un fenómeno netamente de enseñanza. No estamos hablando un chico que no sabe aprender porque nunca tuvo profesores ni maestros. Estamos hablando de un chico que para saberse y entenderse como un estudiante de escuela secundaria necesita atravesar un proceso puramente social, con la conformación de nuevos grupos de identidad, nuevos grupos de pertenencia. Ese proceso sólo se da con presencialidad. Aun en el caso de chicos con mucha vida virtual, de juegos, con coequipers que están en otras partes del mundo, necesitan entenderse como estudiantes de una escuela secundaria. Sin tener a treinta centímetros a ningún par, les resulta una experiencia imposible de desarrollar. Ya no hablo de lo educativo sino de la dificultad de lo social. En estudiantes del último año de secundario, el fenómeno que se está viendo es que prefieren repetir, porque les quitaron el último año, que tiene un símbolo, tiene un sentido. Es la posibilidad de cambiar, de cerrar un ciclo. Son muchos los chicos que prefieren continuar un año más y poder hacer ese cierre. Es muy complicado porque nadie asegura que el año que viene sea distinto.

--Van a dictar un profesorado de informática en la UNIPE. ¿Cómo surge y por qué este profesorado?

--El profesorado en Informática es un proyecto que comenzó hace dos años en diálogo con la Fundación Sadosky, que viene desplegando en el país un acompañamiento a las escuelas que realizan las reformas que el sistema está pidiendo en esta área de la educación primaria y, sobre todo de la secundaria, justamente en la educación tecnológica. La escuela viene mutando y en esta área, hace diez años, la finalidad era aprender a usar el Word y los programas que hacen y permiten utilizar herramientas tecnológicas. Pero ese aprendizaje quedó en la historia. En el inicio aparecía la necesidad, pero más que nada por la novedad, de entender qué recursos un alumno podría utilizar en una computadora. Yo que tengo muchos años encima aprendí usando el de D.O.S. Entonces ¿qué pasa? Hemos transitado todo este camino en el que fuimos aprendiendo, desaprendiendo, entrando y saliendo con todos los cambios del sistema, que al principio fue bastante desestabilizador. Había que ir cambiando. Windows llega en los 90 y recién ahí se estabiliza un poco el panorama, pero todo el tiempo hay que entrar en paquetes de programas nuevos y cuando terminaste de aprender algo hay que aprender otra cosa. Entonces, como reflejo de ese uso, en la escuela no se pudo estabilizar un currículum acerca de la educación tecnológica pero siempre existió esta certeza de que es necesaria como parte de la formación de un ciudadano. Esto que empieza a llamarse la ciudadanía digital. Entender los recursos de la tecnología, los límites de la tecnología, las trampas, hace a un ciudadano empoderado o hace a un ciudadano dependiente de un sistema en el que las trampas pueden aparecer. Entonces las escuelas comenzaron a perfilar, a diseñar y a pensar qué es un currículum en educación tecnológica. Para que esos cambios que van ocurriendo a una velocidad en lo escolar sean acompañados con una rueda que va otra velocidad en los institutos de formación docente.

--Quienes dan este tipo de clases no se prepararon para enseñar, sino que tienen más bien un conocimiento técnico y eso trae algunos problemas. ¿Es un prejuicio o es así?

--Hace rato que hay profesorado de Informática. Pero también existe gente fuera del sistema que tiene un conocimiento de la tecnología que se acerca a enseñar a una escuela desde el lugar de “sé, entonces puedo enseñar”. Hay docentes de informática (no son muchos) y su formación quedó también arraigada al pasado y necesitan actualizarse. Ese escenario lo toma la Fundación Sadosky. Se acerca a la UNIPE y nos propone formar en forma conjunta un profesorado, al que la palabra Informática no le hace justicia. Si yo lo pudiera rebautizar, diría que es un profesorado de Lenguajes de Programación. Entonces estás en condiciones de comprender los problemas que trae, los alcances que puede tener, por qué una votación realizada a través de la tecnología puede tener consecuencias nefastas, por qué todos los datos que ponés en la red pueden derivar en dinero para otros o pueden en un conocimiento tuyo en términos de sujeto que terminen condicionando aquello que ves.

--¿Sería darle una mirada desde las ciencias sociales a la informática?

--Sería entender la informática como una construcción humana. Vamos a promover una formación en la que podamos entramar el aprendizaje de la programación junto con el aprendizaje de la didáctica de la programación, o sea de los problemas que hay entorno a la enseñanza de las Ciencias de la Computación.

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/303167-betina-duarte-la-tecnologia-no-puede-ser-el-unico-escenario-

La directora del departamento de Ciencia y Tecnología de la Unipe, Betina Duarte, dijo que cuando se supere la pandemia de coronavirus es esperable que la tecnología "permanezca" de manera transversal a los procesos educativos.

 

La directora del departamento de Ciencia y Tecnología de la Universidad Pedagógica Nacional (Unipe), Betina Duarte, dijo que cuando se supere la pandemia de coronavirus es esperable que la tecnología "permanezca" de manera transversal a los procesos educativos pero que, además, es necesario formar docentes que sepan no sólo de "programación sino de la didáctica de programación".

Por estos días, la Unipe abrió la primera inscripción para el Profesorado en Informática cuyos contenidos fueron trabajados junto a la Fundación Sadosky con el objetivo de dotar al sistema educativo con docentes que puedan dar cuenta de una verdadera pedagogía de la tecnología.

"Nos habíamos reunido, antes de la pandemia, con la Fundación Sadosky a considerar los cambios del currículum de la secundaria, en especial lo que corresponde a la materia Educación Tecnológica, y notamos que había una zona de vacancia. No hay docentes para llevar adelante esa formación y pensamos en un profesorado específico que traiga la potencia de pensar la programación junto a la didáctica", explicó Duarte en diálogo con Télam.

Télam- Esta iniciativa se presenta justo en un momento en el que la tecnología y la educación se han cruzado de manera particular y ustedes hablan de una "ruptura" ¿Por qué?
Betina Duarte- La crisis de la educación básica tiene que ver con el modelo de presencialidad con el que estábamos habituados a trabajar (antes de la pandemia) pero también con situaciones socioeconómicas en un país como el nuestro en el que no hay recursos tecnológicos disponibles para sortear el aislamiento. Se rompieron las condiciones para pensar la educabilidad, necesitábamos una alternativa rápida para reponer lo que no estaba más y la tecnología se convirtió en el foco. Pero se necesita de conectibilidad y de computadoras, y ambas cuestiones no pudieron ser resueltas para todos.

T- ¿La tecnología ha venido para quedarse en el aula?
BD- Ha venido. Y frente a los usos que se están haciendo, uno podría decir -con cierta confianza- que la tecnología va a permanecer y va a seguir adelante. Todos los actores, o casi todos, nos estamos preguntando y estamos experimentando, todos, en cierta sintonía, sobre las posibilidades que nos da la tecnología. Antes de la pandemia existían ciertos perfiles que trabajaban con usos posibles de la tecnología, pero eran 'islas', es decir, proyectos de incorporación de la tecnología, docentes interesados, materias específicas. Todo eso tiene un horizonte que es muy distinto al planteado ahora, donde la masa de los que trabajan en educación, están pensando y trabajando en el mismo sentido.

T- ¿Y cómo pensaron esa complejidad para diseñar el profesorado?
D- Pensamos en una formación que traiga la potencia de la enseñanza de la programación junto con las cuestiones que son vitales para la Unipe, que la formación disciplinar necesita enriquecerse con los problemas didácticos. Eso le interesó a la Fundación Sadosky y a nosotros nos interesó la visión sobre lo que es la educación en ciencia y de la programación.

T- ¿Hablaba de una "zona de vacancia" en el sentido de pocos profesores preparados para dar estos contenidos?
D- El profesorado de Informática existe, hay institutos que lo brindan, pero no provee la cantidad de docentes. El área viene siendo cubierta por profesores que acreditan una formación suficiente para darla. Esto pasa también con otras materias: si recorrés la geografía hay provincias que necesitan profesores de física. En la Unipe, además del profesorado de Informática, se abren los de matemática y el de física que descansan el espíritu de educar con formación sólida pero en imbricación con la didáctica. De esa forma buscamos no formar matemáticos, informáticos o físicos sino alguien que pueda estimular a sus estudiantes a descubrir las cosas apasionantes de esas materias.

Télam

Fuente: https://www.grupolaprovincia.com/sociedad/la-universidad-pedagogica-nacional-lanza-un-profesorado-pensado-en-la-didactica-de-la-programacion-599705

La directora del departamento de Ciencia y Tecnología de la Unipe, Betina Duarte, dijo que cuando se supere la pandemia de coronavirus es esperable que la tecnología "permanezca" de manera transversal a los procesos educativos.

Por Lucas González Monte

La directora del departamento de Ciencia y Tecnología de la Universidad Pedagógica Nacional (Unipe), Betina Duarte, dijo que cuando se supere la pandemia de coronavirus es esperable que la tecnología "permanezca" de manera transversal a los procesos educativos pero que, además, es necesario formar docentes que sepan no sólo de "programación sino de la didáctica de programación".

Por estos días, la Unipe abrió la primera inscripción para el Profesorado en Informática cuyos contenidos fueron trabajados junto a la Fundación Sadosky con el objetivo de dotar al sistema educativo con docentes que puedan dar cuenta de una verdadera pedagogía de la tecnología.

"Nos habíamos reunido, antes de la pandemia, con la Fundación Sadosky a considerar los cambios del currículum de la secundaria, en especial lo que corresponde a la materia Educación Tecnológica, y notamos que había una zona de vacancia. No hay docentes para llevar adelante esa formación y pensamos en un profesorado específico que traiga la potencia de pensar la programación junto a la didáctica", explicó Duarte en diálogo con Télam.

Télam- Esta iniciativa se presenta justo en un momento en el que la tecnología y la educación se han cruzado de manera particular y ustedes hablan de una "ruptura" ¿Por qué?
Betina Duarte- La crisis de la educación básica tiene que ver con el modelo de presencialidad con el que estábamos habituados a trabajar (antes de la pandemia) pero también con situaciones socioeconómicas en un país como el nuestro en el que no hay recursos tecnológicos disponibles para sortear el aislamiento. Se rompieron las condiciones para pensar la educabilidad, necesitábamos una alternativa rápida para reponer lo que no estaba más y la tecnología se convirtió en el foco. Pero se necesita de conectibilidad y de computadoras, y ambas cuestiones no pudieron ser resueltas para todos.

T- ¿La tecnología ha venido para quedarse en el aula?
BD- Ha venido. Y frente a los usos que se están haciendo, uno podría decir -con cierta confianza- que la tecnología va a permanecer y va a seguir adelante. Todos los actores, o casi todos, nos estamos preguntando y estamos experimentando, todos, en cierta sintonía, sobre las posibilidades que nos da la tecnología. Antes de la pandemia existían ciertos perfiles que trabajaban con usos posibles de la tecnología, pero eran 'islas', es decir, proyectos de incorporación de la tecnología, docentes interesados, materias específicas. Todo eso tiene un horizonte que es muy distinto al planteado ahora, donde la masa de los que trabajan en educación, están pensando y trabajando en el mismo sentido.

T- ¿Y cómo pensaron esa complejidad para diseñar el profesorado?
D- Pensamos en una formación que traiga la potencia de la enseñanza de la programación junto con las cuestiones que son vitales para la Unipe, que la formación disciplinar necesita enriquecerse con los problemas didácticos. Eso le interesó a la Fundación Sadosky y a nosotros nos interesó la visión sobre lo que es la educación en ciencia y de la programación.

T- ¿Hablaba de una "zona de vacancia" en el sentido de pocos profesores preparados para dar estos contenidos?
D- El profesorado de Informática existe, hay institutos que lo brindan, pero no provee la cantidad de docentes. El área viene siendo cubierta por profesores que acreditan una formación suficiente para darla. Esto pasa también con otras materias: si recorrés la geografía hay provincias que necesitan profesores de física. En la Unipe, además del profesorado de Informática, se abren los de matemática y el de física que descansan el espíritu de educar con formación sólida pero en imbricación con la didáctica. De esa forma buscamos no formar matemáticos, informáticos o físicos sino alguien que pueda estimular a sus estudiantes a descubrir las cosas apasionantes de esas materias.

Fuente: https://www.telam.com.ar/notas/202010/530859-la-universidad-pedagogica-nacional-lanza-un-profesorado-pensado-en-la-didactica-de-la-programacion.html

El día 29 de octubre se llevó adelante de manera virtual una asamblea universitaria, en la cual los asambleístas presentes se pronunciaron por medio de su voto a favor de la prórroga de los mandatos de los representantes de los/as estudiantes cuyos mandatos vencen el día 28 de noviembre del corriente. De este modo, su mandato seguirá vigente hasta tanto la situación sanitaria y el aislamiento social permita llevar adelante el proceso eleccionario.

En esta oportunidad también se anunció el proyecto de construcción de la Nueva Sede federal que la UNIPE tendrá en Pilar, ideada en el marco de la estrategia de expansión de la universidad.

Mediante un convenio firmado con Suteba comenzó a dictarse en octubre para 240 estudiantes de la Provincia de Buenos Aires la Diplomatura en Políticas y Gestión Escolar. En la provincia de Santa Cruz se encuentra cursando la 3ra cohorte de 130 estudiantes.

 

La diplomatura en políticas y gestión escolar, destinada a docentes y directivos del sistema educativo, se estructura en base a 4 seminarios de una duración trimestral cada uno, con lo cual es un trayecto formativo de 6 meses. Se dicta con aulas virtuales, foros y conferencias vía zoom.

Seminario: Políticas y Desigualdad Educativa.
Docentes: Marcelo Krichesky, Sandra Pederzoli

Seminario: Gestión Escolar
Docente: Ana Manzo

Seminario: Prospectiva Educativa.
Docente: Rafael Gagliano

Seminario: Indicadores educativos para el gobierno de la educación y la gestión escolar.
Docentes: Cecilia Sleiman, Leandtro Botinelli, Delia Gonzalez, Patricia Dávolos

Dirección de la Diplomatura. Marcelo Krichesky

Examen CELU Digital

NOTICIAS Lunes, 26 Octubre 2020 04:43

El próximo viernes 27 de noviembre se tomará el Examen CELU (Certificado de Español: Lengua y Uso) de manera completamente digital por primera vez en sus 16 años de trayectoria. La innovación también se trasladará al certificado, que se emitirá firmado digitalmente por las autoridades correspondientes. El Consorcio Interuniversitario ELSE (Español, Lengua Segunda o Extranjera), perteneciente al Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) argentino, tomó la decisión de adaptar el examen CELU a la nueva realidad para dar respuesta a la necesidad de personas de distintos lugares del mundo de acreditar su uso de español como lengua segunda. Esto implicó la articulación interdisciplinaria de equipos académicos, administrativos y técnicos, quienes trabajaron en cada etapa de su implementación para garantizar la validez y la confiabilidad que caracterizan al examen.

La inscripción se podrá hacer a través del sitio www.celu.edu.ar desde el 19 de octubre hasta el 2 de noviembre de 2020. Las mesas de orales se realizarán el lunes 30 de noviembre. Los resultados estarán disponibles el 15 de diciembre.

Para esta toma las vacantes serán limitadas y se asignarán en el orden en que se confirme la inscripción a través del pago correspondiente.

Requisitos para rendir CELU digital·- Conexión a internet.- Cámara web y micrófono.- Navegador seguro SEB, descargable al momento de la prueba técnica.

Validez El CELU es el único examen reconocido oficialmente por el Ministerio de Educación y el Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Argentina. Otorga un certificado de dominio que acredita el uso del idioma español como lengua segunda. Se acreditan dos niveles, el Intermedio y el Avanzado, que dan constancia, en distinto grado, de la capacidad lingüística del hablante extranjero para actuar en situaciones laborales o académicas en cualquier país hispanohablante. Es un certificado de validez internacional sin fecha de caducidad. Al pie del certificado se incluyen las correlaciones de nivel con las escalas del Marco Común de Referencia Europeo y el American Council on the Teaching of Foreign Languages. Más información en www.celu.edu.ar o escribiendo a Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

 

El encuentro se llevó adelante este viernes a partir de las 19, y contó con la asistencia de más de 200 representantes de varios distritos, como General Pueyrredón, Chascomús, Moreno, Esteban Echeverría, Trenque Lauquen y Saavedra. Cabe destacar que esta es la primera etapa de una iniciativa que posteriormente se irá extendiendo a otros distritos.

 

En un encuentro virtual del que formaron parte Roberto Baradel, Secretario General del SUTEBA, María Laura Torre, Secretaria General Adjunta, y Sandra Ramal, Secretaria de Educación y Cultura, se realizó la presentación de la Diplomatura en Políticas Públicas y Gestión Escolar, resultado de un convenio entre el SUTEBA y la Universidad Pedagógica Nacional (UNIPE).

El encuentro se llevó adelante este viernes a partir de las 19, y contó con la asistencia de más de 200 representantes de varios distritos, como General Pueyrredón, Chascomús, Moreno, Esteban Echeverría, Trenque Lauquen y Saavedra. Cabe destacar que esta es la primera etapa de una iniciativa que posteriormente se irá extendiendo a otros distritos.

Luego de una apertura a cargo de Sandra Ramal, Marcelo Krichesky, Coordinador de la Diplomatura, hizo un repaso de los objetivos y contenidos del programa de estudios. Después habló Adrián Cannellotto, Rector de la UNIPE, cerrando el encuentro Roberto Baradel.

“En esta Diplomatura participan 283 cursantes afiliadxs al SUTEBA”, señaló Ramal, que destacó “el derecho de todxs lxs Docentes del Sistema Educativo a la capacitación y a la actualización integral y gratuita, una premisa por la que hemos luchado incansablemente”.

Por su parte, Cannellotto subrayó la importancia del vínculo entre el SUTEBA y la UNIPE y se refirió a las posibilidades de desarrollo de esa relación en el marco de la emergencia sanitaria. “La pandemia nos pone a discutir el sentido y los fines de la Educación, para repensar de qué manera transmitimos conocimientos en un mundo digital como el que se está construyendo”.

“Para nosotrxs es muy importante la Formación, fue un reclamo histórico de las y los Trabajadores de la Educación”, remarcó a su turno Roberto Baradel, y recordó a Stella Maldonado, “una gran impulsora de la formación de lxs Docentes”.

“Hacer un convenio con la UNIPE para nosotrxs es un orgullo, porque también tiene que ver con procurar una Educación Pública de calidad, una Educación de excelencia, inclusiva y con compromiso”. Asimismo, el Secretario General del SUTEBA recordó que “el año que viene se cumplen cien años del nacimiento de Paulo Freire” y valoró “la concepción que tenía Freire de la Educación”, que tiene que ver con “formar sujetos de derecho, ciudadanxs críticxs, que aporten a la transformación de la comunidad”.

Finalmente, destacó un compromiso que sirve como síntesis del encuentro: “Formarnos, actualizarnos, para poder ser mejores”.

Fuente: http://diariolider.medios.com.ar/contenido/22476/suteba-firmo-un-convenio-con-la-unipe-y-hubo-presencia-de-trenque-lauquen

Con un plan de estudio formulado en conjunto por la Universidad Pedagógica Nacional y la Fundación Sadosky, la carrera durará cuatro años y estará orientada a fortalecer la incorporación de las nuevas tecnologías en el sistema educativo.

 

La Universidad Pedagógica Nacional (UNIPE) informó que ampliará su oferta académica para el año próximo e incorporará, por primera vez, el dictado de un profesorado de informática cuyo plan de estudio fue formulado en conjunto con la Fundación Sadosky.

Con el objetivo de continuar acompañando los procesos de incorporación de las nuevas tecnologías en el sistema educativo, la UNIPE sumará la carrera que tendrá una duración de cuatro años y se podrá cursar en las sedes de San Telmo de la Ciudad de Buenos Aires y de Pilar en la provincia de Buenos Aires.

La propuesta adquiere mayor relevancia luego de un año donde se puso de manifiesto la necesidad de vincular a la escuela con la innovación tecnológica. En este sentido, la directora del Departamento de Ciencia y Tecnología de UNIPE y coordinadora del nuevo profesorado, Bettina Duarte, dialogó con Educación y reflexionó sobre los interrogantes que la pandemia expuso con mayor crudeza, al tiempo que profundizó sobre la importancia de fortalecer cada vez más las capacidades cognitivas y saberes en los docentes.

- Con la pandemia se aceleró la virtualización para garantizar la continuidad educativa, pero pensando para adelante, ¿Cómo considerás que se adapta la escuela frente a los desafíos de los lenguajes y los tiempos de la innovación?

Hoy la tecnología es el único puente posible para mantener vínculo en el aislamiento. ¿Qué va a sobrevivir de todo lo que estamos viviendo? Esa es la pregunta que nos estamos haciendo mientras usamos la tecnología para enseñar y para aprender, es decir, estamos usando este presente de cara al futuro, como si fuera un experimento de laboratorio.

La tecnología se presenta como fuente de alternativas. Los vínculos entre escuela y tecnología pueden ser virtuosos. Sabemos que el niño necesita escribir, utilizar su motricidad para su desarrollo. Leemos que los adultos necesitamos volver a usar el papel para elaborar creativamente nuestras ideas, nuestros planes. Ir y venir entre la tecnología y los recursos tradicionales de lápiz y papel es una idea compartida. Proponer los recursos de la tecnología para abrir la escuela al mundo: museos virtuales, experiencias de aprendizaje de las ciencias con escuelas en red, laboratorios virtuales interactivos son algunas de las propuestas que la tecnología nos puede ofrecer.

La verdad es que en todo tiempo hubo, hay y habrá anunciantes del apocalipsis: se termina la escritura, la lectura, las palabras completas, el diálogo, etc. Frente a esto creemos que el uso del temor es la peor herramienta para tomar decisiones. Es necesario ensayar, experimentar a diferentes escalas, hacer conjeturas e investigar. Incluso aceptar el fracaso y el error como fuente de aprendizaje. La escuela necesita restituir un rol de producción de conocimiento, la comunidad de docentes necesita tomar el desafío de definir sus problemas y producir conocimiento relevante. Para eso la conformación de comunidades de aprendizaje es un medio y el Estado debe acompañar esta alternativa.

- Suele señalarse que la formación en informática no tiene como único fin la transmisión de saberes tecnológicos, sino que también se concibe como un medio para desarrollar otras habilidades como la imaginación, lo colaborativo o la creatividad. ¿Cómo observas esta doble misión a partir del nuevo profesorado?

El profesorado en Informática que abrirá sus puertas en 2021 es un proyecto que acompaña en tiempo real los cambios que se están produciendo en la currícula del nivel secundario. El Consejo Federal de Educación, es decir, una representación federal de los decisores de políticas educativas, ha visto la necesidad de un espacio para la enseñanza de la programación y de la computación. Es una evolución de espacios que fueron antes pensados para otros propósitos. Se evoluciona - para decirlo de un modo simple- de aprender a utilizar programas básicos formando parte de un paquete clásico que se instala en cualquier computadora a pensar en programar en lenguajes sencillos, y así comprender estructuras y procesos que pueden sofisticarse. Programar nos abre a desarrollar nuevos lenguajes y estudiar sus estructuras.

Desarrollar el pensamiento computacional es un modo de desarrollar ciudadanía digital. Los desarrollos de robótica en las escuelas se ven cada vez más. La UNIPE formará profesores para estos desafíos, en la convicción del aporte sustantivo que estas cuestiones pueden proporcionar al crecimiento de jóvenes con interés en la ciencia y en el desarrollo de tecnología para el país.

- ¿Observan que ha crecido la demanda de los y las docentes para acceder a carreras de informática? ¿Cuál es el rol de la UNIPE en este sentido?

En esta crisis nos damos cuenta de que la tecnología puede ser la salvaguarda para la continuidad de nuestras actividades laborales y personales. Comprender los usos y alcances de la tecnología (desde los modos de compartir archivos de trabajo con cualquier persona en cualquier parte del mundo a programar una aplicación que permita transformar la información del COVID en modelos predictivos), comprender también los problemas que depara (el agotamiento frente a las pantallas, los nuevos modos de bullying, el espionaje informático, etc.) es tan importante como cuidarnos para evitar el contagio.

El rol de la tecnología en la enseñanza es un tema constitutivo de la UNIPE desde sus inicios. Así se han desarrollado proyectos de investigación en esta temática desde 2011 y la existencia de un laboratorio de TIC fue un espacio inaugural. Con el transcurso del tiempo incorporamos el problema de la enseñanza de saberes digitales, se instaló como una cuestión relevante.

Los y las docentes de enseñanza primaria y secundaria vienen reclamando un espacio para pensar de qué modo la programación, su aprendizaje, su dominio, se pueden pensar como un fin en sí mismo y como un medio para comprender fenómenos de la vida, de la ciencia, de la actividad del hombre.

- ¿Considerás que en el mediano plazo la formación en informática deberá ser transversal a toda la carrera docente, como un contenido común de todas las áreas y modalidades?

Como decía antes, soy reacia a adoptar anuncios de que todo se termina o todo se reemplaza o todo se convierte. Las crisis propulsan cambios, pero las fuerzas y tensiones propias de una sociedad actúan de modos bien complejos. Nuestra relación con la tecnología se aceleró, se profundizó, se enriqueció. Dudo que volvamos al punto de partida del primero de marzo y lo celebro, pues creo en los innumerables beneficios que la tecnología nos puede aportar. Entre ellos veo con muy buenas perspectivas el desarrollo de plataformas que nos permitan a los docentes de todo el país entrar en diálogo. En el mejor de los sueños avanzaremos en este espíritu de apropiación de las tecnologías que pueden colaborar con el desarrollo de nuestra sociedad. Sin ingenuidades, con muchas preguntas y el interés de responderlas con una producción de conocimiento didáctico sustantivo, sólido, que nos empuje al desarrollo de mejores modos de enseñar.

Fuente: https://www.perfil.com/noticias/educacion/la-unipe-dictara-por-primera-vez-un-profesorado-en-informatica.phtml?rd=1

Se les preguntó sobre aspectos relacionados con la salud pública como las pandemias. La Argentina quedó en el puesto 63 sobre 65 países, sólo por arriba de Indonesia y Arabia Saudita.

La prueba PISA se las conoce por ser la que muestra cuánto aprenden los estudiantes de 15 años, de distintos países, sobre Matemática, Lectura y Ciencias. Pero en la última edición, de 2018, le agregaron un cuestionario complementario, que apunta a las “competencias globales”. Los resultados se difundieron hoy y entre ellos hay uno que llama la atención: los estudiantes argentinos están entre los que menos conciencia tienen sobre los problemas de salud pública, entre ellos una pandemia.

La Argentina quedó, en este tema, en el puesto 63 sobre 65 países evaluados, sólo por arriba de Indonesia y Arabia Saudita. Los alumnos de Hong Kong, Lituania, Rusia y Ucrania, en tanto, son los que mostraron más conocimientos. La prueba fue tomada en 2018, antes de que se desatara la pandemia del coronavirus.

Puesto en números, mientras que más del 80% de los estudiantes de 15 años de Hong Kong muestran conciencia sobre cuestiones de salud pública, en la Argentina ese porcentaje cae a menos del 50%. El promedio de los 65 países participantes es de 65%.

“Las competencias globales que mide esta evaluación surgieron de mesas internacionales cuya agenda es el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de UNESCO y la proyección de la educación al 2030 de la OCDE. Esta evaluación -experimental y la primera en medir esto- representa un enorme avance y obliga a los sistemas educativos a revisar sus diseños de contenidos, valores, capacidades y actitudes”, explica a Clarín Mercedes Miguel, ex secretaria de Innovación y Calidad Educativa del Ministerio de Educación nacional.

Y agrega que, “En el caso de Argentina, en el punto de salud y pandemias el nivel de conocimiento tan bajo está proporcionalmente ligado a la ausencia del tema en los planes de estudios oficiales. Estos saberes generalmente son resistidos en el país, a partir de una mirada muy local alejada de lo global”.

Norberto Liwiski, director de la especialización “Educación, políticas pública y derechos de niñas, niños y adolescentes” de la Universidad Pedagógica Nacional (UNIPE) tiene una visión diferente. Considera que, antes de la pandemia, lo que pudo haber influido es que el servicio de salud, para los adolescentes, es un campo “poco amistoso”.

“Hay servicios para adultos y para la niñez, pero la franja de adolescentes no tiene lugar. ¿Dónde se atienden? Hoy se encuentran en una situación de limbo y esto hace que eviten las consultas preventivas y eso impacte en el interés sobre el tema”, dice y aclara que “no es falta de interés por parte de los adolescentes, sino que los servicios de salud no consideraron mecanismos apropiados a la cultura actual de la adolescencia. No es que los adolescentes estén poco interesados en la salud sino la salud poco interesados en ellos”, precisa.

Liwiski también cree que, en pandemia, las cosas cambiaron en la Argentina. “Un informe de Unicef, hecho en los primeros meses del aislamiento obligatorio, muestra que el 69% de los adolescentes mostraron voluntad de cumplirlo. Difícil imaginar que esto sea así, si no tienen información que les está ordenando de este modo sus vidas. Sin desmerecer que haya habido una incomodidad psicológica que se reflejó en tristeza, depresión y angustia para los adolescentes, de mayor o menor nivel según el contexto familiar y comunitario”.

“A mi juicio los adolescentes, a medida que se les ha dado información y lugar a la participación se han constituido en actores de la protección y el cuidado. Esto no quita que no haya quienes no encuentran razones ni información y tengan una tendencia a transgredir las pautas”, agregó.

Cómo es el estudio

Los expertos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que organizan las pruebas PISA, explican que evaluaron la conciencia que tienen los estudiantes a partir de una serie de preguntas que los llevaban a responder en cuatro escalas posibles: “Nunca había oído hablar de esto”; “He oído hablar de esto pero no sabría explicar de qué se trata realmente”; “Sé algo sobre esto y podría explicar el problema general”; y “estoy familiarizado con esto y podría explicarlo bien”.

Les preguntaron sobre distintos temas como cambio climático; salud pública; migración; conflictos internacionales; hambre o desnutrición; causas de la pobreza; e igualdad entre hombres y mujeres.

A partir de estos datos armaron un “índice de conciencia sobre problemas globales” en donde la Argentina queda mal parada. “Los hallazgos muestran amplias variaciones entre países en términos de la conciencia de sus estudiantes sobre los problemas globales. Los de Albania, Grecia, Lituania, Malta, Portugal y los Emiratos Árabes Unidos obtuvieron puntajes sustancialmente más altos que el promedio de la OCDE, mientras que los de Argentina, Brunei Darussalam, Indonesia, Malasia, Rumania, Arabia Saudita y Vietnam obtuvieron puntajes sustancialmente más bajos”, explican en el documento.

Los temas de salud y conflictos internacionales son los que menos familiarizados están los adolescentes en todo el mundo. Y en el caso de salud púbica, que incluye las pandemias, la Argentina está en el fondo de la tabla.

El primer informe de las pruebas PISA 2018 se conoció en diciembre del año pasado. La Argentina había quedado en el puesto 63 sobre 77 países evaluados. Más de la mitad de los alumnos no lograron comprender lo más básico de un texto y siete de cada diez no pudieron resolver un cálculo sencillo.

Fuente: https://www.clarin.com/sociedad/prueba-pisa-revela-jovenes-argentinos-figuran-inconscientes-pandemias_0_BhmetX325.html