Madrid, 10 noviembre de 1998

 

Estimado amigo:

 

          Tal y como quedamos en Madrid el día 6/11/98 (UAM), le remito las preguntas para una entrevista en el T.E. de Madrid (revista de CC.OO.). Le ruego me las envíe, si le es posible, antes del 17 de Diciembre de este año. Máximo de folios: TRES.

          Reciba un fraternal saludo.

 

Pedro Badia

 

PREGUNTAS

 

  1. ¿Si el profesorado ya no es el educador ni el transmisor de conocimiento que tradicionalmente ha sido, qué es?

Siempre habrá en la definición del educador un componente referido a la transmisión de conocimientos y a la transmisión de valores. Sin embargo, lo nuevo es que esa función de  transmisión ya no es suficiente. Ahora se exige del profesorado que sea capaz de guiar al alumno en el proceso de construcción de sus propios aprendizajes. No solo transmitir el conocimiento o los valores sino transmitir el dominio de las operaciones que permiten construir esos conocimientos y esos valores. Esta es la razón por la cual el desempeño de la actividad educativa es ahora mucho más exigente que en el pasado.

 

  1. ¿Hay que "normalizar" la formación para que deje de ser un "anexo" marginal a la Función Docente?.

Ya no cabe ninguna duda acerca de que la calidad y el profesionalismo de los docentes son  condiciones necesarias para el éxito de los procesos transformación de los sistemas educativos.  Desde este punto de vista, la formación docente debería ocupar un lugar central en las estrategias de cambio. Pero me parece importante advertir sobre la necesidad de reflexionar acerca de cuáles son las modalidades de formación docente más adecuadas a los requerimientos de las transformaciones educativas que persiguen objetivos democráticos. En el pasado se han invertido recursos muy significativos en formación y capacitación docente, sin que los resultados hayan estado a la altura de los recursos invertidos. Los nuevos requerimientos del desempeño docente también exigen nuevas modalidades de formación.

 

  1. La formación está perdiendo sus principios (ideas, valores, contenidos) y se está ahogando en métodos y procedimientos?

            Creo que la formación docente está buscando las fórmulas más adecuadas al nuevo contexto. Posiblemente, las instituciones de formación estén viviendo un momento como el que usted describe, de pérdida de principios y de una orientación que se queda en métodos y procedimientos, sin conciencia del sentido que tienen dichos métodos y procedimientos. Pero debemos reconocer que también existe un generalizado sentimiento de insatisfacción con esta situación y que se ha avanzado en la construcción de nuevos marcos teóricos y en la experimentación de nuevas fórmulas de trabajo. Creo que podemos ser razonablemente optimistas y confiar que, poco a poco, las nuevas prácticas de formación docente ser irán generalizando, porque las demandas sociales así lo van a exigir y porque los propios docentes comenzarán a demandar procesos de capacitación más adecuados a los problemas que plantea su desempeño.    

 

  1. ¿El modelo actual de formación en la mayoría de los países no es excesivamente centralizado y poco participativo?

Probablemente esos dos rasgos existan en los modelos vigentes en la mayoría de los países. Pero yo diría que el problema fundamental no radica en estas características del diseño organizativo de la formación docente, sino en el alto grado de disociación que existe entre la formación recibida y las exigencias para un desempeño creativo, profesionalmente satisfactorio. La formación docente actualmente en vigencia en muchos países tiene poco que ver con los requerimientos de una práctica profesional orientada a formar en los alumnos los cuatro pilares de la educación del siglo XXI, tal como fueron expresados en el Informe Delors: capacidad de aprender a ser, aprender a hacer, aprender a aprender y aprender a vivir juntos. Para superar esa disociación será necesario, sin duda, otorgar mayores niveles de participación a los docentes en el diseño de las modalidades de formación. Pero también será necesario definir modalidades de participación que aseguren contribuciones efectivas.

 

  1. ¿Deciden mucho los economistas y los políticos sobre los modelos educativos escolares?.

Hagamos la distinción entre economistas y políticos. La participación de los dirigentes políticos en educación es importante y deseable. Ellos son, en una democracia auténtica, los que representan el interés general. Hoy mas que nunca es importante enfatizar la relevancia de la dimensión polìtica de la sociedad. Ella es la única que puede permitirnos superar el individualismo a-social que promueven los enfoques ultraliberales y el fundamentalismo autoritario que predican los fanáticos. El aspecto tradicionalmente negativo de la pàrticipacion de los políticos es la subordinacion de la eduacion a los tiempos y necesidades gubernamentales. El mejor remedio frente a este problema es el diseño de mecanismos que transformen la politica educativa en una politica de Estado y no meramente de un gobierno.

En cuanto a los economistas, el problema es diferente.

 

  1. La profesión docente ¿se ha difuminado o se ha desprestigiado?.

 

  1. ¿La Institución escolar, tan ritualizada y rutinaria hace imposible formar al profesorado en otras actividades y valores?

 

 

1-JCT Artículos diarios

Material inédito

Título del archivo Word: "PBTedesco"

Fecha del archivo: 1 de diciembre de 1998