En estos días algunos medios dedicaron tiempo y espacio al tema del paso de matrícula de las escuelas públicas de gestión estatal a las escuelas públicas de gestión privada. Es importante, en primer lugar, aclarar los términos y la magnitud del fenómeno. En primer lugar, nuestra legislación define a todas las escuelas reconocidas como escuelas públicas, porque se rigen por las normas definidas por el Estado. En segundo lugar, el fenómeno de los últimos años tiene magnitudes muy diferentes a las que fueron señaladas en algunos medios. Más allá de errores groseros de estadística, la tendencia a incremento de la matrícula de la enseñanza privada en desmedro de la pública es un fenómeno que debe ser identificado con mayor precisión. 

La disminución de matrícula en las escuelas estatales entre el año 2003 y el 2006 fue de 120.000 alumnos (no de 780.000 como indicaron algunos medios). De esos 120 mil,  105 están localizados en la provincia de Buenos Aires y, más específicamente aun, en los municipios del conurbano. Con mucha menor importancia cuantitativa, esta tendencia se aprecia también en ciudad de Buenos Aires, Santa Fe, Mendoza y Córdoba. En 11 provincias, en cambio, la matrícula estatal aumentó.

Una mirada de más largo plazo permitiría apreciar que la tendencia a la privatización de la educación está perdiendo vigor. Si miramos los datos de las últimas décadas podemos apreciar que la privatización fue un fenómeno de significativa magnitud en la década 1960-1970, donde prácticamente se duplicó. Luego siguió creciendo pero con menor intensidad y el incremento porcentual de los últimos años es el menor en los últimos cincuenta años. Asimismo, si consideramos el porcentaje de matrícula escolar en escuelas privadas sobre el total de la matrícula, podremos comprobar que el salto más importante se produjo entre 1960- 1970, cuando la enseñanza privada pasó de representar el 14% al 26%. Ese porcentaje disminuyó levemente en los años posteriores y en el 2005 volvió a recuperar la magnitud que tenía en 1970.

Las causas de este fenómeno son diversas y todas ellas han sido mencionadas en los debates. Por un lado, las familias buscan mayor compromiso institucional y distinción social propios de las escuelas privadas. Por otro lado, en el caso de la provincia de Buenos Aires se puede argumentar que los conflictos gremiales y las huelgas recurrentes pueden haber provocado fenómenos de migración desde la escuela pública a la privada. Pero más allá de esta discusión, lo cierto es que el desafío de la educación argentina no pasa por el dilema gestión estatal o privada sino por la buena o mala calidad. Y debemos reconocer que este problema es  transversal a todo el sistema educativo, sea cual sea el tipo de gestión.

1-JCT Artículos diarios

Material inédito

Título del archivo Word: "Educación estatal y educación privada (borrador)".

Fecha del archivo: 15 de enero de 2008.