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Abril 2020

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/268602-el-estado-debera-ser-muy-responsable-y-creativo-para-volver

La docente e investigadora de la UNLZ y la UNIPE analiza desde la Ciencia de la Educación y la Psicopedagogía las relaciones que se establecen entre la escuela, los estudiantes y sus familias en tiempos de cuarentena.
Por Noelí Cristti

Hace casi dos meses que niños, niñas y adolescentes –y adultos también– dejaron de ir a la escuela. La suspensión de las clases presenciales en todos los niveles educativos y las distintas formas de encarar la continuidad pedagógica obligan a repensar las prácticas educativas. “Esta pandemia lo que hizo fue provocar una ruptura significativa con lo que veníamos haciendo. Ya nada es igual a lo que sucedía antes del 20 de marzo”, sostiene Sofía Spanarelli, investigadora de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ).
Para la directora de la Especialización en Docencia para la Educación Superior (UNLZ), la escuela “ya no es la misma” en tiempos de cuarentena, “y eso implica que no hay continuidad, hay ruptura con una vida escolar que ya no existe, que fue reemplazada por otros formatos”.
Profesora en Ciencias de la Educación, licenciada en Psicopedagogía y docente investigadora, Spanarelli se desempeña como profesora titular de la cátedra Didáctica I en la Facultad de Ciencias Sociales de la UNLZ. Además, es profesora adjunta en la cátedra “El conocimiento escolar en la escuela primaria” en la Universidad Pedagógica Nacional (UNIPE) y docente de la Especialización en Didáctica y Currículum (UNLZ).

-¿Cuál es el rol de la escuela en este momento?
-La función de la escuela sin lugar a dudas es la enseñanza, la construcción de conocimientos con toda la complejidad que esto implica. Me cuestiono si es posible construir conocimiento sin la presencia de los otros, los docentes y los compañeros. Ese escenario de lo grupal que favorece la oportunidad de la pregunta, la duda, el error, la posibilidad de pensar juntos. Escenas que en la modalidad a distancia son posibles con una buena plataforma virtual que permita intercambios. Pero sabemos que esas condiciones no están presentes en la mayoría de las instituciones y que las desigualdades sociales se hacen todavía más visibles en este contexto. Por supuesto que las condiciones cambiaron, pero creo que el Estado está trabajando fuertemente para que todos los estudiantes tengan acceso a aprender en este contexto. Igual creo que hay algo irremplazable, y que es lo que todos añoramos: el vínculo pedagógico, esa construcción de confianza, de disponibilidad, de escucha, que se da en el marco de las rutinas cotidianas dentro de las instituciones educativas.

-¿Cómo impacta la no presencialidad en los procesos de aprendizaje?
-La no presencialidad pone en evidencia las diferencias en relación a las posibles ayudas con las que cuentan nuestros alumnos, que superan tener computadora y conectividad. Pienso en si madres y padres tienen posibilidad y disponibilidad para acompañar a sus hijos en las tareas, en cómo el aislamiento está impactando en algunas familias y cómo eso incide en el rendimiento escolar, en la posibilidad de poder aprender en situaciones que muchos desconocemos cuando planificamos una propuestas de trabajo.

-Se ven algunas diferencias entre a escuelas que rápidamente implementaron campus virtuales y otras que por falta de recursos propios y de las familias se vieron retrasadas en la implementación de la continuidad pedagógica a través de elementos analógicos (cuadernillos, fotocopias). ¿Eso aumenta la brecha de desigualdad?
-Sin lugar a dudas, la brecha siempre se amplía cuando los recursos son desiguales. Insisto en la idea de poder estar cerca de los alumnos utilizando todos los recursos disponibles y ofreciendo propuestas de enseñanza sencillas, claras, posibles y conectadas con la realidad, que despierten interés y provoquen desafíos a la altura de las posibilidades de nuestros alumnos, en situaciones que hoy cobren sentido y sin ocupar todo el tiempo de los niños, niñas, adolescentes y adultos. Ya todos estamos viviendo una situación muy estresante como para sumar un nivel de exigencia que nadie está en situación de tolerar.
Por otro lado, no acuerdo con la idea de “continuidad pedagógica”. Esta pandemia lo que hizo fue provocar una ruptura significativa con lo que veníamos haciendo. Ya nada es igual a lo que sucedía antes del 20 de marzo; la escuela ya no es la misma y eso implica que no hay continuidad, hay ruptura con una vida escolar que ya no existe, que fue reemplazada por otros formatos. Por lo tanto, diría que nuestros esfuerzos tienen que estar puestos en enseñar y aprender en este nuevo contexto y teniendo en cuenta las posibilidades reales de nuestros alumnos.

-También se debate sobre los métodos de evaluación. ¿Cómo cree que hay que proceder?
-Creo que en este contexto no es un tema relevante. Hay que enfocar los esfuerzos en encontrar los mejores modos para enseñar, y en ese camino hacer algunos cortes para revisar junto con nuestros alumnos cómo se van construyendo las ideas, se favorecen las relaciones, cómo vamos revisando los sentidos. Ese es el tipo de evaluación que debemos poner en juego, dejando a un lado las calificaciones. No es tiempo de calificar, es tiempo de acompañar, de sostener y de cuidar a nuestros estudiantes.

-¿Cómo imagina el retorno a las clases presenciales?
-Me parece que el retorno a la escuela va a ser gradual, ya algo anticipó el ministro de Educación, Nicolás Trotta. Se debe priorizar a los sextos años de los niveles primario y secundario. Los niños y niñas del primer año del nivel primario también deberían ser una prioridad pensando en la necesidad de favorecer la alfabetización inicial. Me parece que hay que pensar la posibilidad de trabajar bajo una modalidad semipresencial; esto implicaría que por lo menos una vez por semana lo alumnos puedan concurrir a la escuela y ese día se organizarían las propuestas a trabajar durante la semana con diferentes dispositivos que pueden ser los cuadernillo, el aula virtual, los programas televisivos. Eso favorecería la resolución de dudas, la reconstrucción y la posibilidad de trabajos grupales. El Estado deberá ser muy responsable y creativo para volver a la escuela y al mismo tiempo cuidar a los alumnos.

 

Fuente: https://elintransigente.com/sociedad/2020/05/22/emilio-tenti-fanfani

El sociólogo especialista en educación, habló con El Intransigente sobre las clases virtuales y los recursos de la educación en el país.


El sociólogo especialista en educación e investigador de la Universidad pedagógica Nacional (UNIPE), Emilio Tenti Fanfani, habló con El Intransigente sobre la situación actual del sistema educativo en medio de la pandemia. Muchos establecimientos implementaron las clases virtuales y el especialista se refirió a cómo se está llevado adelante este proceso desde las escuelas.
En este contexto, el espacialista señaló que luego de la pandemia, “el sistema escolar va a incorporar recursos que les costaba mucho incorporar a la escuela”. Sin embargo, indicó que “lo presencial tiene algo indiscutible, relaciones humanas, cara a cara, la sociabilidad de los chicos. No hay tecnología de la comunicación que la reemplacen, las tecnologías de la educación aportan cosas y se introducían muy lentamente en la escuela. Esto va a ser apurados por razones de necesidad; incluso el aprendizaje”.


De esta forma, Fanfani admitió que “ojala tengamos la posibilidad de mejora la probabilidad de aprendizaje de los chicos a través de una mejora de la pedagogía, que se actualice e incluya estas cosas”. En este sentido, el investigador reconoció que “esto debería ser una buena ocasión para un plan de inversiones fuertes en las escuelas”. Además, explicó una de sus propuestas fue “establecer una línea de base, y armar un plan de inversión”, para que todas las escuelas argentinas en especial las de los sectores populares reúnan requisitos materiales que son fundamentales.
Sin embargo, desde su experiencia, Fanfani manifestó “estamos muy lejos todavía. Hay escuelas insalubres, donde no funciona la calefacción, que se mueren de calor en verano, de frío en invierno, no hay gas, no hay conectividad”. Asimismo, destacó que lo mismo ocurre en el ámbito de la salud. “Esto nos tiene que obligar a fortalecer lo que es el derecho al acceso a la salud, la vivienda la escuela”, señaló. También enfatizó en que “no puede ser que hay miles y miles de millones de personas que viven en condiciones infrahumanas. Se requiere una poderosa política de inversión pública en vivienda digna”.


Respecto a la posibilidad de desdoblar los cursos y el trabajo docente que se requeriría, el especialista indicó que “se podría hacer simplemente disminuyendo el tiempo. Una semana va la mitad y la otra semana la mitad. Los maestros son los mismos, los espacios lo mismo, lo que pasa es que baja es la intensidad”. Así, remarcó que “esto se puede hacer sin aumentar la cantidad de docentes, pero es una medida coyuntural mientras salimos de la pandemia”.

Nos ponemos en contacto con el objetivo de continuar brindando información respecto al desarrollo del primer cuatrimestre académico.

Como se mencionó anteriormente, corresponde a esta etapa instrumentalizar las instancias de evaluación y acreditación de asistencia de los y las estudiantes en las asignaturas, seminarios y talleres de las carreras de grado y posgrado que la universidad viene desarrollando de manera virtual a raíz del aislamiento preventivo por la emergencia sanitaria.

A través de la Res. R. 348 / 2020 se establece la modalidad de examen final a fin de asegurar el cumplimiento de las condiciones de regularidad de los estudios, en consonancia con el Calendario Académico 2020 modificado mediante la resolución mencionada precedentemente. Se establece también que las asignaturas, seminarios y talleres de las carreras de grado y posgrado, cuyo desarrollo tuvo lugar durante el primer cuatrimestre del corriente año, resolverán la acreditación del espacio curricular mediante la modalidad remota con arreglo al protocolo que se establezca a tal fin, o bajo la modalidad presencial asociada a clases de recuperación y apoyo ofrecidas previamente.

En el mismo sentido, informamos que para realizar la inscripción para cursar el segundo cuatrimestre de 2020 de espacios curriculares correlativos de los cursados en el primer cuatrimestre alcanzará con la acreditación de la condición de alumno regular al cierre de las actas de cursada.

Aprovechamos la oportunidad para reiterar nuestro compromiso de priorizar la salud de nuestra comunidad universitaria, implementando políticas institucionales claras que garanticen el funcionamiento académico y administrativo en el marco de esta particular situación.

Actualización 22/05/2020

Fuente: https://noticias.perfil.com/noticias/cultura/amor-o-soledad-de-que-tratan-las-canciones-charly-fito-y-calamaro.phtml

Una investigación académica analiza en términos literarios las letras del rock y el tango. ¿Son obras de arte las creaciones de la música popular?

Hace menos de cien años, lo que no se publicaba en un libro no era literatura”. El que habla es Oscar Conde, poeta, ensayista y doctor en Letras; y la frase tiene relación con su objeto de estudio: la cultura escrita del rock y del tango, su lírica y su poesía. Ha publicado 18 libros y el más reciente se titula “Charly García, 1983. Acerca de Clics Modernos” (UNIPE). Allí, Conde realiza una minuciosa disección del discurso poético de un genio frenético y fulgurante. “Si uno se sienta a revisar paso por paso la poética de Charly va a encontrarse con varias cosas: primero, con una especie de telón de fondo de época que empieza siendo muy argentino y acaba siendo bastante universal. Al mismo tiempo hay un sujeto que cuenta más o menos la historia de un tipo cualquiera”, explica.
Si bien el libro se consagra desde el título a la aparición del álbum “Clics Modernos” (editado en 1983), la investigación del autor anda y desanda la narrativa de García desde Sui Generis —punto cero— hasta el presente, e identifica así una construcción de largo aliento, que atraviesa todas sus composiciones: “un sujeto que se construye a sí mismo en esas letras, como un personaje literario que siempre está rodeado de gente y sin embargo está solo. Alguien cuyo máximo anhelo es el amor y no lo consigue. Si hay un concepto constante en la obra de Charly García es la soledad. En Fito Páez es el amor y en Andrés Calamaro, el desamor”, observa Conde.

Derivaciones tangueras. Como miembro titular de la Academia Porteña del Lunfardo y la Academia Nacional del Tango, Oscar Conde encuentra puntos de contacto entre ambos géneros urbanos. “Lo que el rock consiguió hace ya por lo menos 20 años en la Argentina y en el mundo, es ser lo que fue el tango durante muchas décadas: una música de consumo para todas las generaciones vivas. En 1917, los letristas de tango tenían 20 años. La primera vez que Aníbal Troilo subió al escenario lo hizo con pantalón corto porque tenía 14. Hoy no lo vemos, pero el tango es una creación de jóvenes y en la década del '40, todos lo escuchaban. El tango y el rock fueron dos géneros pluri-generacionales”, sostiene.
“El tango tampoco fue considerado como un arte importante hasta hace poco tiempo, y en eso también hay coincidencias con el rock argentino”, sigue Conde, y establece la llegada de Astor Piazzolla como el suceso que le abre al género las puertas de la honorabilidad. “Hasta que él apareció nadie pensaba que el tango era algo verdaderamente serio. Esto pasa con varios géneros populares: la historieta, el humor, los monólogos de teatro de revista”.

En cuanto a la consideración de las canciones, del género que sean, como piezas literarias, Conde advierte: “Si vos analizás una letra estás omitiendo una cantidad de significantes que están dados por la música. Efectivamente, la música puede cambiar el sentido de una frase, puede acelerar otra, puede acompañar más dramáticamente algo que no parece dramático si vos solamente lo leés. Entonces es cierto que no es exactamente lo mismo analizar una letra de canción que un poema. Un poema es un todo en sí mismo”.


Polvo de estrellas. Otra de las conclusiones que el autor consigna en su libro está ligada a la originalidad del rock autóctono. “Cuando grupos argentinos tocan en otros países de América o de Europa, llevan un rock con sello propio, ya se trate de Soda Stereo, de Calamaro o de Babasónicos. Musicalmente, el rock argentino llegó a construir un lenguaje único”. Una matriz en la que mucho incidió la impronta de García, a quien el autor ubica, tal vez, como la única y verdadera estrella: “Spinetta es otro prócer y su música es originalísima, pero él se ocupó de no tener la talla de estrella, mientras que Charly anhelaba ocupar ese lugar, ser un superstar, y evidentemente lo logró. Cerati (Gustavo) fue una gran estrella, Fito Páez es una gran estrella, Calamaro en su momento también, pero fIjate que te estoy hablando de tipos mayores de 50 años”.

Asumiendo que el rock va cediendo como lenguaje artístico de las nuevas generaciones, Oscar Conde descubre en el rap, el freestyle y sus derivados posibles herederos de aquella fuerza poética y contestataria, con carácter de movimiento, en la que ardió el rock durante sus años dorados. “Algo quizás parecido a la aparición de Fito, en toneladas de talento y en sorpresa, puede ser la aparición de Wos. El pibe tiene 21 años y ahora editó un disco. Me parece que tiene idéntica cantidad de talento. Creo que la música juvenil argentina va a ir más bien por ese lado”, concluye.

Fuente: https://www.perfil.com/noticias/educacion/dialogos-sobre-educacion-escuela-y-conocimiento-en-tiempos-de-pandemia.phtml

Participarán del ciclo 40 actores relevantes de distintos países y también de la Argentina, entre funcionarios, rectores y ministros. Francesco Tonucci, Boaventura de Sousa Santos, Adriana Puiggrós, Dora Barrancos y Graciela Frigerio son algunos de los especialistas que ya participaron de encuentros anteriores. Próximamente transmitirán sus reflexiones David Edwards, Jurjo Torres, Miguel Ángel Estrella, Claudia Uribe, entre otros.

Con el puntapié inicial de la Secretaría de Cooperación Educativa y Acciones Prioritaria del Ministerio de Educación de la Nación, y a través de un trabajo conjunto con la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), la Universidad Pedagógica Nacional (UNIPE) se encuentra organizando una serie de "Diálogos sobre educación, escuela y conocimiento en tiempos de pandemia" con distintos especialistas. El objetivo: informar, poner en debate, comparar perspectivas, movilizar ideas y abordar distintas aristas de lo que está generando el Covid-19.
Los encuentros contarán con la participación de 40 actores relevantes de distintos países y también de la Argentina, entre funcionarios, rectores y ministros. Ya pasaron por el ciclo Francesco Tonucci, Boaventura de Sousa Santos, Adriana Puiggrós, Dora Barrancos y Graciela Frigerio, y próximamente conversarán y transmitirán sus experiencias y reflexiones David Edwards, Jurjo Torres, Miguel Ángel Estrella, Claudia Uribe, entre otros.


Sobre esta oportunidad de compartir miradas en momentos donde la pandemia representa una problemática común para las naciones en relación a las continuidades educativas, el rector de la UNIPE, Adrián Cannellotto, en diálogo con el Suplemento Educación, señaló: “La cooperación internacional ayuda mucho. Ya sea que la experiencia de otros países, que se encuentran en momentos más avanzados de la pandemia, se tome como punto de partida, como una opción o se lo descarte, en cualquier caso la comparación sirve. Se pueden sacar buenas ideas de eso, del mismo modo que sirvieron los errores de quienes enfrentaron primero la pandemia para evitar repetirlos, tal y como ocurrió con algunas de las decisiones que se tomaron en política sanitaria mirando la experiencia europea”.
“Sin desatender particularidades de la Argentina y la región latinoamericana -continúa el rector-, ahí también estamos ante la necesidad de elaborar consensos sobre temas estructurales que nos permitan construir una sociedad más justa en la que quepamos todos. Pensar e ir construyendo una idea de cómo seguimos es también un aporte importante para llevar tranquilidad, dar previsibilidad, ir constituyendo modos alternativos de organización de lo social, de lo económico, de lo político y, por supuesto, de lo educativo”.


¿El futuro y una nueva escuela?
Uno de los participantes de las charlas, Francesco Tonucci, destacó en los últimos días la necesidad de poner en la agenda a los niños, y de pensar en una nueva escuela para el presente y el futuro. En este sentido, Cannellotto expresó: “Pensar en una agenda que tenga el derecho a la educación como uno de los ejes supone poner en el centro a los niños y niñas. No podemos olvidarnos que son los más castigados por la desigualdad y por la crisis”.
A su vez, el rector de la UNIPE agregó una reflexión en relación a lo que dejará la experiencia actual: “Una de ellas es la posibilidad de aumentar la tarea presencial e irremplazable de los docentes y de las escuelas con las tecnologías. Una suerte de escuela aumentada. Una modalidad (de lo presencial con lo virtual) que permita complementar y potenciar la tarea pedagógica de los educadores. La formación docente deberá fortalecerse en esa misma línea, garantizando también el acceso de ellos a las tecnologías. Por lo tanto, el futuro inmediato será de mucho trabajo para evitar que se expandan aún más las desigualdades. Porque, como se dice habitualmente, las crisis también son oportunidades”.


El rol de los docentes
Cannellotto destacó tres etapas en lo que respecta a la labor docente por estos días. Una primera etapa donde las escuelas y docentes se movieron de acuerdo a las indicaciones oficiales y mantuvieron centralmente una estrategia de comunicación orientada a mantener el contacto. La segunda etapa llegó, en cambio, cuando ya resultaba más claro que el aislamiento había venido para quedarse. Entonces, el sostenimiento de la comunicación se complementó con una mayor carga de las tareas escolares y con diferentes acciones orientadas a repasar e integrar saberes. La actual y tercera etapa, por la que estamos transitando, parece orientarse a complejizar las intervenciones aunque todavía con una fuerte impronta en las tareas. Lo que empezó siendo un uso tímido y elemental de las plataformas tipo Zoom o Google Classroom se está extendiendo en algunos sectores sociales. Su incorporación así como la de algunas aulas virtuales parecen  guiarse por la necesidad de encontrar usos más apropiadamente pedagógicos. En el continuo, el WhatsApp siguió siendo la aplicación de uso más generalizado.
Sin lugar a dudas, el rol del docente es central y su labor ha venido cambiando desde que quedaron suspendidas las clases presenciales. Investigadores de la UNIPE están avanzando en paralelo en profundizar el análisis respecto a cómo está impactando la virtualidad en la enseñanza y los aprendizajes. La universidad viene poniendo el foco en las aulas y en la formación de los docentes -que mayormente ya tienen una buena cantidad de años de ejercicio de la profesión-, con el fin de que puedan modificar sus prácticas pedagógicas, que tengan más y nuevas herramientas y conocimientos para enseñar de otra manera.

Fuente: https://www.sobretiza.com.ar/2020/05/19/llegan-las-jornadas-nacionales-de-formacion-docente/

Especialistas de universidades nacionales e internacionales reflexionarán sobre la profesión docente en el complejo tránsito por el aislamiento social.

Según informa el Ministerio de Educación de la Nación, el jueves 21 y viernes 22 de mayo se transmitirán por internet una serie de diálogos virtuales con especialistas de universidades nacionales e internacionales que reflexionarán sobre la profesión docente en el complejo tránsito por el aislamiento social.
Las jornadas se podrán ver en vivo desde las 16 hs. a través del canal de YouTube del Ministerio de Educación de La Nación. La propuesta es organizada por el Instituto Nacional de Formación Docente (INFoD) como estrategia de acompañamiento a la política pública de educación en el contexto de emergencia por la pandemia de COVID 19. Está destinada a maestros y profesores de todos los niveles del sistema educativo y a estudiantes de Institutos Superiores de Formación Docente.
Posteriormente, el INFoD coordinará una actividad de intercambio que permitirá otorgar certificado de participación a quienes se inscriban a través del siguiente link:

“Este contexto es una oportunidad para profundizar la reflexión sobre la profesión docente, identificar los modos en que fuimos capaces de hacer escuela y para proyectar colectivamente las conquistas de la continuidad pedagógica en la educación a distancia una vez que recuperemos las clases presenciales”, expresó la directora ejecutiva del INFoD, Mercedes Leal.


Programa de las jornadas
La apertura, el jueves 21 de mayo a las 16 hs., estará a cargo del ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, y de la directora ejecutiva del INFoD, Mercedes Leal.


A las 16:30 hs. se podrá acceder al primer panel titulado “¿Reinventar la escuela? ¡Reivindicar la escuela! Reflexiones desde una perspectiva histórica”, que estará a cargo de Elsie Rockwell, de la DIE-CINVESTAV de México, y Marcelo Caruso, de la Universidad Humboldt de Alemania, y será moderado por Nicolás Arata (UBA – UNIPE).


La siguiente mesa “El desafío político de continuar enseñando con sentido inclusivo. Las prácticas en contextos de distanciamiento”, comenzará a las 18:30 hs. Y contará con la participación de Inés Dussel (DIE-CINVESTAV, México – UNIPE) y Flavia Terigi (UNGS) y la moderación de Liliana Abrate, directora de Educación Superior de Córdoba.


Adriana Puiggrós, secretaria de Educación, abrirá la segunda jornada el viernes a las 16 hs. Luego Paula Fainsod (UBA) y Mariana Melgarejo, directora de Sistemas de Protección de Derechos de la SENAF, participarán del panel “Escuela y derechos en cuarentena: perspectiva de género, abordaje de la ESI y prevención de las violencias”, destinado a docentes de todos los niveles. La mesa tendrá lugar a las 16:15 hs. y será moderada por Alejandra Birgin, directora de Formación Superior de la provincia de Buenos Aires.


A las 18 hs. tendrá lugar el panel de cierre “Formarnos como docentes en nuevos escenarios sociales: desafíos de la incorporación de ESI y perspectiva de género como ejes transversales”, destinado a estudiantes de ISFD. Expondrán Graciela Morgade y José Luis Gómez, coordinador de desarrollo profesional y acompañamiento pedagógico a escuelas del ISFD 804 de Esquel, Chubut, y será moderado por Isabel Amate Pérez, secretaria de Gestión Educativa de la Provincia de Tucumán.

Accedé al programa completo acá.

 

Fuente: https://www.tiempoar.com.ar/nota/en-tiempos-de-pandemia

Por Adrián Cannellotto - Rector de la Universidad Pedagógica Nacional (UNIPE)
 
Sin calificaciones numéricas, con evaluación formativa. Así se organizan más o menos los titulares de los medios y las discusiones desde que el viernes pasado la Asamblea del Consejo Federal de Educación –que reúne a los ministros de Educación de todas las provincias- aprobó una serie de "orientaciones para los procesos de evaluación en el marco de la continuidad pedagógica". El anexo de la resolución deja en claro que en el actual contexto de aislamiento, la evaluación no puede reducirse a la calificación.
La pandemia colocó a los sistemas educativos del mundo frente a una excepción para la que no estaban preparados, incluyendo a las universidades. Los debates y las múltiples respuestas pueden seguirse por los diarios nacionales e internacionales. En nuestro caso, el activismo estuvo en sintonía con lo que ocurrió también en otros países, como en España. Rápidamente se generaron diferentes alternativas y recursos para reconstruir la continuidad pedagógica, sin saber exactamente cómo hacerlo ni a qué nos enfrentábamos.
En una primera etapa, las escuelas se movieron de acuerdo a las indicaciones oficiales y mantuvieron centralmente una estrategia de comunicación orientada a mantener el contacto. Fueron dos semanas organizadas en torno a la importancia de sostener el vínculo entre la escuela y sus alumnos. Los portales del Ministerio de Educación nacional y de los ministerios provinciales pusieron a disposición una amplia gama de contenidos para docentes y estudiantes. La segunda etapa llegó, en cambio, cuando ya resultaba más claro que el aislamiento había venido para quedarse. Entonces el sostenimiento de la comunicación se complementó con una mayor carga de las tareas escolares y con diferentes acciones orientadas a repasar e integrar saberes. En esta etapa se acentuó el uso del WhatsApp, de Facebook y de Youtube. Se inició la producción y distribución de cuadernillos tanto por parte de Nación como de algunas provincias, articulando contenidos con los respectivos portales, con la radio y la TV públicas. La continuidad pedagógica necesitaba llegar a un importante número de alumnos que están en situación de pobreza. Las consecuencias de las brechas de acceso a las tecnologías y a la conectividad se hicieron más visibles.
La actual y tercera etapa, por la que estamos transitando, parece orientarse a complejizar las intervenciones aunque todavía con una fuerte impronta en las tareas. Lo que empezó siendo un uso tímido y elemental de las plataformas tipo Zoom o Google Classroom se está extendiendo en algunos sectores sociales. Su incorporación así como la de algunas aulas virtuales parecen guiarse por la necesidad de encontrar usos más apropiadamente pedagógicos. En el continuo, el WhatsApp siguió siendo la aplicación de uso más generalizado.
El atiborramiento y la congestión de tareas y actividades fue también un dato común al proceso que no es exclusividad de nuestro país. El sesgo puesto sobre la ejercitación subraya una tendencia contenidista que merece ser revisada. Ello podría dar paso a otras estrategias de intervención, más complejas y ricas. Al mismo tiempo, mientras todo esto ocurría, directivos y docentes fueron una vez más el centro a partir del cual se organizó una parte esencial de la vida comunitaria. En torno a las escuelas se articuló una red territorial para atender las necesidades de alimentación, la distribución de elementos para el cuidado familiar o para acercar aquella documentación que es necesaria para acceder a beneficios sociales.
A nadie se le escapa que con la pandemia las desigualdades se acentuaron. A las necesidades sociales, que son muchas en particular entre niños y jóvenes donde la pobreza llega casi al 50%, se sumaron las desigualdades relativas al capital cultural familiar y personal. Las estrategias con las que hogares y alumnos pueden hacer frente a las tareas y conocimientos que se ponen en juego a través de los diversos materiales son muy desiguales. Algo similar ocurre con la brecha tecnológica. Una gran cantidad de docentes, alumnos y familias carecen de acceso a conectividad, a computadoras, notebooks o tablets. Casi el 40% de la población sólo cuenta con el celular como única vía de comunicación, en gran parte bajo el modo de prepago, lo que restringe mucho las posibilidades pedagógicas y de acompañamiento. El plan Conectar-Igualdad, discontinuado por el anterior gobierno, cobra ahora una dimensión estratégica.
Es cierto que la escuela presencial, en tiempos “normales”, también evalúa a estudiantes que viven en esta condición de desigualdad. Pero ¿es possible sostener este sistema ante una realidad tan atomizada, tan atada a lo que sucede por fuera del espacio común?
El anexo de la resolución del Consejo Federal hace hincapié en la "singularidad" de los tiempos que corren y en las "restricciones" que conlleva "trasladar sin más" mecanismos "regulatorios y operativos para evaluar" que son propios de la presencialidad. Expresamente refiere a la necesidad de comprender que los aprendizajes no se pueden evaluar "descontextualizados de las situaciones de enseñanza que los organizaron". Abre las puertas a la posibilidad de sostener formas de evaluación "no habituales en las aulas y las instituciones educativas", poniendo en tensión la noción de evaluación entendida exclusivamente como el resultado de una calificación con la consecuente promoción. Por esa razón insta a distinguir entre evaluación, acreditación y promoción. Enseñar, aprender y evaluar forman parte de un único y mismo proceso. Las actuales condiciones requieren de propuestas contextualizadas que sean capaces de dar cuenta del modo particular en que esto se viene llevando adelante. Para eso, se apela a las maneras en que la mayoría de las instituciones realizan un seguimiento de sus alumnos. Aunque diversas y no sin dificultades, hay una suerte de ida y vuelta en torno a ejercitaciones y contenidos. Esto hace posible contar con un seguimiento sobre el cual construir una “evaluación formativa”, como expresa la norma. La continuidad pedagógica remarca así la necesidad de acompañar las trayectorias individuales, dotando a las políticas educativas de un fuerte carácter inclusivo en un sistema educativo que es federal, diverso, desigual y fragmentado.
Dado que la totalidad de las metas de aprendizaje no van a poder ser cumplidas durante el año lectivo 2020, el documento señala que se deberán llevar adelante acciones de alcance federal “que hagan posible la reformulación de los propósitos formativos previstos”, incorporando los contenidos que quedaron sin atender en la programación del año 2021. La norma avanza además sobre consideraciones particulares para cada nivel buscando que todos puedan cumplir lo programado y dando centralidad a las acciones necesarias para quienes pasan de un nivel a otro.
Como ocurre con las medidas sanitarias, estamos ante un escenario que se va construyendo y configurando semana a semana, día a día. La discusión no puede quedarse en calificación sí o calificación no, agitando el fantasma del facilismo o del “todos pasan”.
La norma avanza y encauza aspectos complejos de un proceso federal que está abierto. Es clara respecto de instituciones educativas y procesos pedagógicos donde los conocimientos son centrales pero requieren de determinados contextos. Por eso, a la pregunta sobre cómo será la escuela a la que volverán alumnos y profesores se suman otras muchas. En términos de experiencias y de aprendizajes, ¿que ganamos o perdemos en esta situación? ¿Cómo quedan parados los docentes y las escuelas tras la pandemia? ¿Cómo se articularon las familias y las escuelas durante estos meses en los que parece haber un continuo entre el hogar y las instituciones? ¿Cómo se da esto en función de las diferencias sociales? ¿Qué impacto tuvo el uso de las tecnologías y a qué tipo de prácticas pedagógicas dieron lugar? ¿Qué nuevos escenarios nos abren? ¿Es cierto que la desigualdad se hace más evidente y más difícil de abordar ahora que en la presencialidad? ¿Por qué? ¿Qué políticas educativas se requieren para el regreso a las instituciones?
Como en otras ocasiones, la escuela muestra en tiempos de pandemia que no renuncia a enseñar y ése es un buen punto de partida para pensar otros modos de evaluar aquello enseñamos.

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/266373-educacion-no-habra-calificaciones

El Consejo Federal de Educación decidió por unanimidad que no haya calificaciones numéricas en el país por la situación de excepcionalidad que generó el coronavirus, en un contexto de clases presenciales suspendidas desde marzo. El encuentro entre los ministros provinciales de Educación y el titular de la cartera educativa a nivel nacional, Nicolás Trotta, se dio en el marco de una asamblea virtual.
De este modo, habrá evaluación de carácter formativo con el objeto de retroalimentar el proceso de aprendizaje, adaptar contenidos y hacer devoluciones orientativas al estudiantado y a sus familias. Además, se acordó realizar una encuesta nacional a directivos, docentes y familias para evaluar la respuesta del sistema educativo en el marco de la continuidad pedagógica. La encuesta, señalaron, será útil para tomar decisiones respecto de los procesos de enseñanza y el regreso a las aulas cuando se pueda hacerlo.
Silvina Gvirtz, actual secretaria de Ciencia, Tecnología y Políticas Educativas de La Matanza, y exministra de Educación bonaerense, defendió la medida por la eclosión de la pandemia. "No tiene sentido calificar con número en este momento, el docente no puede distinguir por qué un trabajo merece un 7 o un 8", afirmó a este diario. En su opinión, los chicos trabajan en el aula de modo sincrónico, por la simultaneidad, y lo pueden hacer fuera de la escuela, con herramientas como Zoom, pero hay también una comunicación ascincrónica, que se da básicamente con la tarea en el hogar. El coronavirus alteró todo.

"Hay familias angustiadas, y los padres, en gran medida, no son maestros", estimó Givrtz. "Por eso lo ideal no es hacer una calificación, sino una valoración", en un contexto en el que los docentes no pueden seguir el proceso como en el aula. "Lo que se puede hacer en este momento es reforzar los aprendizajes", añade."Y estar pendiente de los recursos de los hogares", subrayó, "en la selección de contenidos que se pueden enseñar". En ese sentido, la cuarentena es una etapa que juzgó propicia "para comprensión de textos complejos de estudiar, o incluso de producción de textos, así como matemática".

Por su parte, Adrián Cannellotto, rector de la Universidad Pedagógica, coincidió con la funcionaria en lo positivo de la medida y resaltó un punto también señalado por Gvirtz: "Se trabaja con herramientas digitales desde el hogar, y no en todas las casas hay acceso a Internet", dijo a Página/12. Para el rector de la UniPe, "la pandemia puso a prueba a muchas cosas, y en el plano escolar no es lo mismo el acceso para un pobre que para un rico, las familias cuentan con pocas herramientas y no todos los padres pueden acompañar del mismo modo".

Cannelloto estimó que "si no hay nota, no hay evaluación" y que "la formación implica un seguimiento" que se dificulta con los alumnos desde el hogar. "La nota aparecerá cuando se retomen las clases presenciales", dijo, y manifestó que "el sistema no es resultadista ni facilista, solamente se posterga la nota y se reabre el ámbito de la evaluación". La calificación, adujo, se "recuperará en el próximo cuatrimestre si se reabren las aulas. Y ponderó que "los 24 ministros y la Nación acordaron poner el foco en la evaluación como proceso".

Respecto de la vuelta a clases, ambos especialistas coincidieron en que deberá ser gradual. No hay un modelo único en el mundo y es factible un regreso que alterne días en el aula y en casa, con grupos chicos, si bien la realidad de cada distrito es distinta. "No es lo mismo la provincia de Buenos Aires que Misiones", ejemplifica Cannellotto, ya que "hay que ver la capacidad de infraestructura".

Gvirtz recalcó que "no es lo mismo la clase en la escuela que on line, entre otros motivos por el nivel de dispersión. El chico en su casa tiende a concentrarse menos" y resaltó que "la escuela no puede replicar por Zoom". En su opinón, "se deben seleccionar bien los contenidos" e incluso "repensar la secundaria, no se trabaja sobre alfabetización digital", al tiempo que deslizó que la situación sería más llevadera si se hubiera mantenido el reparto de computadoras de Conectar Igualdad con el ritmo que tuvo hasta 2015. Mientras "la brecha educativa se amplió" por esta situación y hoy la mitad del alumnado tiene acceso a Internet de alta velocidad, en un contexto en el que "los padres quieren que los chicos vuelvan al aula y se destaca el valor de la presencialidad".

Para Cannellotto, "hubo etapas" a lo largo de estas semanas. "Primero se habló de dos semanas de encierro, las escuelas buscaban contener, luego se desplegaron otras herramientas, aulas virtuales, Zoom. Ya se piensa en encarar la transición, y pasar de la virtualidad a la realidad no es tan fácil. Hay un proceso de enseñanza interrumpido, falta trabajo en el aula". Y eso fundamenta que en vez de la calificación numérica haya una orientación en cada alumno respecto de lo que puede corregir y mejorar.

En opinión de Gvirtz, "no volveremos a las clases tal y como teníamos antes de la pandemia. Hay varias posibilidades, un sistema mixto, que permita a su vez que los chicos que puedan seguir desde casa continúen así, pero los que vuelvan deberán hacerlo con distanciamiento dentro de las escuelas, y esto es para verlo localidad por localidad, escuela por escuela".

Los dos especialistas coinciden en que desde que se tomó la decisión de cerrar las escuelas por la covid-19 "se hizo mucho" y que "se pusieron muchos recursos desde el Estado", en un contexto en el que se proveyó de libros y cuadernillos y, en muchos casos, bolsones de comida. La situación, por cierto, es de alcance global. La Unesco calcula que el cese de clases por la pandemia afectó a unos 1200 millones de estudiantes en 160 países.

Fuente: https://www.pilardetodos.com.ar/secciones/noticias/educacion

Emilio Tenti Fanfani disertará este jueves a las 18 horas en el marco de los encuentros a distancia que organiza el Municipio y la Universidad Pedagógica. La actividad es gratuita.

Este jueves 14 de mayo a las 18 horas, el especialista en educación, Emilio Tenti Fanfani, será el principal orador en el tercer encuentro docente virtual que la Municipalidad de Pilar, a través de la Subsecretaría de Educación; y la Universidad Pedagógica Nacional (UNIPE), viene organizando.

Tenti Fanfani es licenciado en Ciencias Políticas y Sociales, docente e investigador y consultor de organismos internacionales en temas educativos; y será parte de un nuevo conversatorio destinado a docentes pilarenses que tiene como título: "La escuela y el conocimiento como capital".

“La educación es para nosotros desde el primer día una prioridad, y tenemos el objetivo de estar presentes como Estado junto a la comunidad educativa en este contexto tan difícil. Los programas de Conectar Igualdad ayudan a muchísimos chicos y chicas pilarenses a seguir aprendiendo desde casa, y también muy importante darle todo nuestro apoyo a los docentes en este proceso. Este ciclo de capacitaciones, que ya va por su segunda edición, permite escuchar a especialistas, profundizar lazos y compartir experiencias sobre la labor de nuestros maestros, directivos y profesores, que se pusieron al hombro la tarea de seguir educando a distancia; tarea en la que desde el Estado los seguiremos acompañando”, dijo el intendente Federico Achával.

Por su parte, el Subsecretario de Educación, Damián Espíndola, señaló: “Como docentes, es una verdadera alegría poder sumar a nuestros encuentros a una figura tan prestigiosa y valiosa como Tenti Fanfani, que nos puede dar su mirada a esta situación tan excepcional que está viviendo la escuela”.

Quienes estén interesados en participar del aula virtual, podrán hacer su inscripción en shorturl.at/mOTVW ; habrá lugar para 75 participantes. Además, se podrá seguir la charla en vivo por Facebook.com/EducacionPilar/live, espacio donde se podrán realizar consultas.

Este encuentro virtual, será el tercero que organizan la Subsecretaría de Educación y la UNIPE, donde más de 150 docentes participaron durante la primera semana. Allí, especialistas, docentes, inspectores y funcionarios educativos, comparten miradas, experiencias y reflexiones sobre cómo garantizar la continuidad pedagógica durante el aislamiento social preventivo y obligatorio. Actividad gratuita.

María José, estudiante de la Especialización en Educación, Políticas Públicas y Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes comenta de las caracteristicas de la cursada virtual, mencionando las distintas posibilidades que ofrece el campus de la UNIPE.